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Bike Review: Bellé Cycles RoadraceR

La esencia de una auténtica máquina de competición

Siempre que tenemos la oportunidad de hacer un bike-review y probar una nueva bicicleta nos sentimos como un niño con juguetes nuevos… Estamos deseando enfundarnos la Lycra, calzarnos las zapatillas, ponernos el casco y salir a rodar con ella.

En esta ocasión se trata de una review especial, un proyecto que es en parte nuestro, una colaboración entre Bellé Cycles y RAW Cycling Magazine. Es por eso por lo que, inevitablemente, nos dejemos llevar por las emociones al escribir este artículo.

Ha sido un proceso largo pero muy especial para nosotros. Buscábamos construir una bicicleta que nos representara allá donde fuéramos y hemos cuidado con mucho cariño todos y cada uno de los detalles. Desde la elección de la geometría, a la gama de tubos y los componentes que le darían forma, hasta los colores que más tarde la vestirían…Todo con el fin de conseguir crear una bici con espíritu y carácter Racing, con las prestaciones y feedback que aporta el acero pero sin sacrificar la ligereza de una bici de alta gama.

No era la primera ocasión que trabajábamos codo con codo con Kico de Bellé Cycles, en el proyecto The RAW Stories colaboramos habitualmente y sabemos de primera mano el nivel y autoexigencia de calidad con la que firma todos sus trabajos. Su profesionalidad y experiencia, sus ganas de seguir creando bicicletas únicas y, por supuesto, su técnica soldando, son sinónimo de éxito.

Especificaciones técnicas

El cuadro está formado por una mezcla de tuberías, para el triángulo principal Kico se decantó por Columbus, en su gama ligera Spirit con excepción del tubo de dirección de la gama HSS. Para la parte trasera, tirantes Columbus SL biconical y vainas Dedacciai Zero. Rematado de punteras PMW round y caja pedalier BSA. finaliza el montaje del frameset una horquilla Columbus Futura SL 1×1/8”.  Fiabilidad, rendimiento y ligereza.

El trabajo de pintura ha corrido a cargo de Kilian (@kilianboy), todo un artista que ha conseguido plasmar todas las ideas de Kico al cuadro consiguiendo un resultado increíble con una base en gris hielo y detalles en rojo, remarcando, más si cabe, ese carácter racing que buscábamos para el proyecto.

En cuanto a los componentes, hicimos una selección cuidada y sin concesiones, priorizando la ligereza y las prestaciones que pudieran aportar a la bici. Teníamos claro que el grupo que montaríamos para la transmisión sería Shimano Dura-Ace 9100 mecánico, vitaminado con un kit completo de Ceramic Speed formado por eje de pedalier, cadena con tratamiento especial anti fricción y patilla del cambio con sus características roldanas sobredimensionadas y personalizadas para la ocasión (véase RAW Cycling Magazine grabado en una de las roldanas). ¿Porque no electrónico?, las versiones mecánicas de los grupos permanecen imbatibles en cuanto a peso, una de las prioridades del montaje.

En cuanto a los frenos, sustituimos los puentes de freno Dura-Ace por unos Cane Creek eeBrake que, además de ser una auténtica maravilla de ingeniería de de 169 gr el conjunto, aportan una precisión, rigidez y mordida difícil de encontrar en otros modelos.

Un cockpit completo  de Enve Components, aportando su toque infalible de ligereza, fiabilidad y elegancia. La dirección que escogimos es también de la marca estadounidense Cane Creek, modelo 110 Series, sinónimo de fiabilidad, en cuanto a cinta de manillar escogimos la FSA Power Touch por su comodidad.

Nuestro culo lo dejamos en manos de Fabric Cycling, con el ALM Ultimate Shallow, un sillín de carbono construido en una sola pieza, ligero (140 gr), cómodo y con una línea minimalista muy acorde a lo que andábamos buscando.

Respecto a las ruedas, optamos por unas FFWD, un modelo edición limitada, las F3R Black Edition con bujes DT180 y rodamientos Ceramic Speed. El conjunto suma un total de 1.195 gramos de peso y las calzamos con unos tubulares Challenge handmade, modelo Paris Roubaix 700x27C.

Por último, pero no menos importante, escogimos unos pedales Time Xpresso 7, un par de porta bidones Tune y un soporte para el ciclo-computador de Enve que se integra perfectamente con el conjunto manillar-potencia.

El resultado final, es una bicicleta de acero hecha completamente a mano y a medida con un peso de 7,2 kg. Un auténtico misil listo para devorar kilómetros y con una vocación claramente escaladora.

En movimiento

La primera vez que pruebas una bicicleta de carretera de acero, podrás notar desde el primer instante la rigidez y, por consecuencia, la inmediatez con la que se transmite la fuerza. Una sensación que se multiplica a la hora de esprintar o escalar donde cada pedalada se traduce en una bocanada de vatios directos a las ruedas.

En cuanto a los descensos, un cuadro como este también ofrece un rendimiento excepcional. La rigidez combinada con la torsión que ofrece el acero, así como la geometría de la bici te permite ir soldado al asfalto, y te aporta una confianza que invita a soltar los frenos y lanzarte como un rayo cuesta abajo. Hay que destacar la selección de ruedas y neumáticos que forman una combinación perfecta en conjunto con la bici, sin olvidar la gran eficacia de los frenos eeBrakes (Cane Creek) que nos han dejado realmente sorprendidos.

En global, esta Bellé Cycles se comporta de forma excelente en todos los terrenos, siendo una maquina ligera, pensada para ir rápido y con una posición agresiva sin tener que renunciar a la comodidad (evidentemente, ahí entra en juego también la flexibilidad de cada uno).

Como aspecto negativo (si es que podemos añadir alguno), si nos aventuramos por un terreno donde haya un asfalto en muy mal estado, adoquines o, incluso, atrevernos con una pista de sterrato, esa rigidez de la que tanto hablamos se volverá en nuestra contra y nos obligará a parar los golpes con nuestro propio cuerpo. Para que lo entendáis fácilmente, es como ir con un F1 por un camino de cabras.

Fotos de: Brazo de Hierro

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