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Lily Williams, de campeona del mundo a olimpiadas pospuestas

Los tiempos que corren son bastante difíciles para todos, ya sea porque te encuentras en modo cuarentena o totalmente confinado, en un mundo completamente afectado por la pandemia del COVID-19. Sin embargo, no todo es negativo y, a pesar que los planes de futuro se han visto modificados, algunas personas como Lily Williams intentan sacarle el mejor provecho. Pasando el confinamiento en Colorado Springs (CO, EEUU), hace unos días tuvimos la oportunidad de charlar con Lily acerca de su trayectoria, la victoria en persecución por equipos durante los campeonatos mundiales de pista en Berlín, como el virus ha afectado el sueño olímpico y el papel de la mujer en el ciclismo.

Acerca de Lily Williams

¿Podrías presentarte para alguien que no te conozca?

Mi nombre es Lily. Soy de Tallahassee (FL) pero vivo en Colorado Springs (CO), donde entreno como parte del equipo nacional de pista. Empecé en el ciclismo de carretera y ciclocross en 2017 como amateur y el siguiente año firmé mi primer contrato profesional con Hagens Berman/Supermint por dos temporadas, mientras corrí ciclocross para el equipo Pony Shop CX. Este es mi tercer año de profesional en carretera con el equipo Rally Cycling. Empecé en pista en 2019, principalmente centrándome en mejorar en la disciplina de persecución por equipos. Formé parte del equipo campeón en Berlín 2020. Considerando todo lo que ha pasado con el coronavirus, estoy muy contenta de haber podido correr, quizás la única carrera de este año.

¿Cómo descubriste el ciclismo y qué te llevó a dedicarte profesionalmente?

He corrido durante toda mi vida. Fui corredora durante 10 años, hasta acabar la universidad, cuando ya no podía más. Entonces, me trasladé a Chicago para hacer un postgrado, donde también empecé a trabajar en una tienda de bicis. La comunidad ciclista fue muy acogedora, volvería ahí en un abrir y cerrar de ojos. Un compañero de trabajo me animó a comprarme una bici de carretera y mi primera ciclocross. Empecé a salir en grupo y a competir y me enamoré inmediatamente. Como aún estaba en la universidad, hice la temporada de ciclocross con el equipo universitario, acabé segunda en los campeonatos nacionales universitarios (Collegiate Nationals) ese año (2017). Ese mismo año había ganado también mi primera carrera UCI (Fayetteville), y supe en ese momento que quería hacer eso profesionalmente. Me estaba gustando tanto que el siguiente año decidí correr la temporada de carretera, pero esta vez con un contrato pro de Supermint.

Has tenido una corta pero exitosa trayectoria como ciclista profesional, ¿qué nos puedes contar al respeto?

Aunque este es mi tercer año como profesional, mi forma física de cuando fui atleta durante 10 años me ha permitido hacer el salto rápidamente. Mi mayor hándicap ha sido aprender a correr técnicamente. Comparado con otras personas, no tendré la base, pero aprendo muy rápido. Mis números han ido mejorando, ando de forma más consistente y, aunque ya estaba en forma, necesitaba poseer ese estado físico. Sin embargo, aún estoy compitiendo con gente que tiene más de 10 años de experiencia y es más joven que yo. No obstante, creo que la intuición y estrategia en carrera que se adquiere después de horas y horas de competición se puede trasladar de una disciplina a la otra, de correr a CX, carretera y pista. Así pues, al final, no estoy en tanta desventaja.

Equipo nacional de pista y el campeonato del mundo

Viniendo de ciclocross, ¿cómo acabaste en el equipo nacional de pista?

Al final de 2018, después de los campeonatos nacionales de ciclocross, fui al centro olímpico de entrenamiento (Olympic Training Center, OTC) de Colorado Springs para hacer algunos tests en la pista. Al cabo de unos días me invitaron aunirme al programa de preparación de competición. Desde que empecé a competir siempre me había puesto objetivos, como ir a los mundiales de cross o carretera, pero no lo había conseguido. Así, formar parte del equipo nacional de pista fue algo especial; era algo que quería hacer durante mucho tiempo, sabía que tenía potencial, podría entrenar con atletas de alto nivel, e iría a los mundiales y quizás a los Juegos Olímpicos. Simplemente estoy agradecida por estar involucrada y formar parte del grupo.

¿Qué hace especial la pista respeto otras disciplinas en las que has competido?

De momento me he centrado en persecución por equipos. Comparado con otras disciplinas, no domina la estrategia sino correr de forma suave, fluida y consistente. Tienes que ser capaz de mantener la línea para estar en el rebufo y no exponer tus compañeras al aire. Los relevos, en los que se sube y baja del peralte, tienen que hacerse en un solo movimiento fluido, o sino te encuentras persiguiendo al final del grupo. Sólo he estado corriendo durante 12 meses, mientras que hay equipos con 8 años de experiencia. Me gusta la mecánica del grupo, las sutilezas, y disfruto en un ambiente de rutina de entrenamiento. Además, es totalmente compatible con ciclismo de ruta, mi otro gran foco de atención.

El 27 de febrero de este año fuiste al mundial de pista en Berlín y todo el entrenamiento dio su fruto, os convertisteis en campeonas del mundo.

A lo largo de 2019 estuve yendo y viniendo del OTC para preparar los campeonatos de Berlín hasta que tuvimos un training camp muy intenso justo antes del mundial. Cuando llegamos a Berlín tuvimos 4 días para aclimatarnos al velodromo, ya que el nuestro es de 333 m y ese era obviamente de 250 m. Todas nos sentíamos muy bien, en buena forma, y estábamos cómodas entre nosotras. La competición estaba dividida en tres eventos: clasificatorias, primera ronda y finales. Durante la jornada, Gran Bretaña hizo un 4:11 como tiempo de clasificatoria. Eso fue poco antes de que saliéramos, de modo que no tuve tiempo para ponerme nerviosa. Hasta el momento, solo había corrido un 4:13 en Brisbane (Australia) y el equipo un 4:13 en Minsk (Bielorussia). El entrenador nos dio una ‘rutina’ igual a la de GB, creyó que lo podíamos hacer, y así fue, nos clasificamos con el tiempo más rápido del dia. Definitivamente, un extra de motivación. En la primera ronda, corrimos otro 4:11 contra Nueva Zelanda, y así llegamos a la final contra GB. Llegados a ese punto me sentía segura ya que las cuatro del equipo habíamos acabado la carrera anterior y corríamos consistentemente, aunque cualquier cosa podía pasar. En la final me sentí relajada y en control, era la cuarta del grupo y después de mi segundo turno delante me descolgué, pero ya sabía que íbamos a ganar. Estaba bajando del peralte y vi nuestros nombres en la pantalla con otro 4:11 en el bolsillo. Solamente cinco 4:11s habían sido realizados durante esos días y tres eran nuestros. Nos convertimos en campeonas del mundo. Ver a las compañeras y la gente que conocía ahí de pie aplaudiendo fue surrealista. Diría que uno de los mejores momentos de mi vida.

Por lo que dices, cada milisegundo cuenta, por lo que entrenar bien debe ser esencial.

En eventos tan cortos, unos segundos son números enormes, cada detalle importa. Cuando era atleta mi especialidad eran los 1.500 m, una carrera de poco más de cuatro minutos, de modo que estoy habituada a hacer esfuerzos de esa duración. En los mundiales me sentía más suelta que al principio de la temporada, estaba involucrada en la carrera en lugar de agarrarme como fuera al grupo. Mi mente estaba en el lugar idóneo, ya que sabia cual eran mis números después de tanto entrenar. Esta es una de mis partes favoritas de competir: ver el entrenamiento traducido en resultados, y eso es lo que pasó en Berlín. Habíamos estado haciendo esfuerzos muy específicos durante meses y mi cuerpo se había adaptado a ellos. Es sorprendente coger lo que has hecho entrenando y trasladarlo a la competición.

Objetivos de futuro

Después de convertirte en campeona del mundo, ¿cuáles hubieran sido tus retos si el mundo no estuviera en modo cuarentena?

Los JJOO eran el siguiente gran objetivo para el equipo de pista, y esta es la razón por la que ahora estoy en el OTC. El equipo oficial no había sido escogido aún, lo hubiéramos sabido a finales de abril, y este era mi gran objetivo. Aunque EEUU ya está clasificado para el evento de persecución por equipos, con todos los eventos congelados, no sabemos si la UCI realizará más carreras de pista durante el invierno y si tendremos que batallar por un nuevo puesto para las olimpiadas. Al mismo tiempo, esto podría afectar quien es seleccionado para ir en el equipo. Aún así, seguiré entrenando duro como si fuera a los JJOO. También echo de menos competir en carretera. Este verano me hubiera encantado hacer todo el calendario como habíamos planeado y quizás ir a Europa. No simplemente porque sea divertido, pero porque estoy en un equipo nuevo y quiero demostrar mi potencial para hacer crecer el equipo y poder continuar la siguiente temporada.

Estamos afrontando una situación extraordinaria alrededor del mundo, ¿cómo te ha afectado esto como a atleta?

El mayor cambio para mi es que ahora tendré tiempo para instalarme permanentemente en Colorado Springs, donde tendré acceso completo a las instalaciones del velódromo. Esto es especialmente importante para mí ya que tengo mucho trabajo que hacer para mejorar comparado con las otras corredoras que han estado compitiendo durante años. Hay cosas buenas que han salido de esto, como por ejemplo que he podido entrenar con mis compañeras durante 5 semanas y lo podré seguir haciendo durante el año. Creo que eso es muy especial y nos podremos seguir conociendo durante este tiempo y el proceso de selección olímpico. En vista de todo, aunque el gobierno de Colorado es muy proactivo y cerraron todo de inmediato, aún podemos salir a entrenar a la calle, aunque ha estado nevando y hemos tenido que entrenar dentro.

Mujeres en el ciclismo

Este es tu tercer año como profesional, ¿cómo ves las mujeres en el ciclismo?

Creo que es realmente difícil firmar un contrato profesional. Hay muchas diferencias entre competir en EEUU o Europa. En Europa hay más carreras para chicas jóvenes que quieren iniciarse en el deporte, pero en EEUU creo que está más equilibrado en términos de premios y dinero. Creo que aquí he tenido oportunidades que no hubiera tenido en otra parte. Por ejemplo, trabajar en una tienda de bicicletas es la única razón por la que empecé en el ciclismo. Pero en general, el ciclismo es un deporte bastante intimidatorio para muchas mujeres ya que se necesita un punto de agresividad y toma de riesgos. En general las mujeres son más conservativas y a veces el ciclismo no es necesariamente ser inteligente y mantenerse seguro.

¿Cómo te sientes como a atleta femenina?

No me veo necesariamente como a una mujer en el mundo del deporte sino como alguien que practica deporte, aunque ese no haya sido siempre el caso para atletas femeninas. Creo que recientemente las mujeres están vistas como atletas que compiten con otras mujeres en lugar de ser modelos ejemplares.

Tu trayectoria en ciclismo profesional no ha sido muy larga aún. ¿Has visto visto pasos de la UCI, organizadores de eventos o similares para disminuir la brecha entre géneros?

No he estado compitiendo durante tanto tiempo como para ver cambios. Algunas de mis compañeras de equipo me cuentan que hace 15 años había más carreras. No había igualdad de premios y/o salarios pero al menos había más oportunidades de correr, lo que creo que es más importante que el dinero ya que mejoras tus habilidades en carrera y ganas visibilidad. La cancelación del Tour de California este año fue un gran golpe para nosotras. Los premios no eran iguales, pero era una carrera World Tour en tierra americana, la oportunidad perfecta para ganar un puesto en un equipo europeo. Además, aquí en EEUU, si un evento se cancela, lo primero que se suspende es la carrera de mujeres en lugar del evento entero. Pero eso es como cualquier otro negocio ya que la participación de féminas es inferior. Sin embargo, ese no es el caso con los criteriums, donde participan el mismo número de mujeres que hombres. Las carreras son más entretenidas, se transmiten vía TV, y son más cortas, cosa que beneficia al corredor y al espectador. Simplemente me encanta correr en ellos.

Reflexión

Un mensaje sobre ciclismo profesional.

Lo que influencia todo lo que hago en bicicleta es porque me gusta y lo disfruto. Aún todo es relativamente nuevo y emocionante para mí, mientras que para alguien que ha estado compitiendo durante 10 años lo ve como un trabajo. Cada logro que he conseguido es porque lo he disfrutado, no importa el tipo de bicicleta. A veces es fácil olvidarse de eso cuando estás negociando un salario, compitiendo en un evento de la copa del mundo o cuestionando tu rendimiento para poder conseguir una renovación de contrato y financiación. A la vez, haber sido corredora durante tanto tiempo me ha permitido llegar rápidamente donde estoy hoy en día en el ciclismo; sé que mi trayectoria no es normal. Habrá gente que piense que ser pro es súper fácil, es muy divertido pero no siempre es coser y cantar. Definitivamente disfruto en ambientes estructurados y entrenar es mi prioridad número uno. Se necesita una mentalidad especial para poderse mantener en una rutina tan exigente. Al final, simplemente recuerda disfrutar con lo que haces.

Fotos de: Adam Koble, HED Wheels, Casey Gibson, USA Cycling, Snowy Mountain Photography, Bruce Buckley, Brazo de Hierro.

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