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Zonhoven – 10 Razones para asistir a una carrera de CX Superprestige

El pasado mes de diciembre tuvimos la ocasión de asistir a Superprestige Zonhoven en Bélgica y vivimos en primera persona la experiencia de una carrera tan espectacular como esta.

En un primer momento, pensamos en hacer un recap de la gran carrera que vivimos y en la que pudimos disfrutar de emocionantes duelos en todas las categorías pero, tras deliberar con el equipo, pensamos en explicar por qué motivos asistir a una carrera Superprestige, al menos una vez en la vida, debería ser obligatorio para todo fan de esta disciplina o, simplemente, para cualquier apasionado por el ciclismo.

1. Cultura ciclista local

En la mayoría de países del norte de Europa, la bicicleta juega un papel importante y está presente en la mayoría de ciudades y pueblos como medio de transporte habitual para muchas personas.

En el caso de Bélgica, además, consideran el ciclismo como uno de sus deportes clave, los belgas lo maman desde bien pequeños y la afición a la bici y la competición pasa de generación en generación. En todos los pueblos se organizan carreras y, a falta de grandes montañas, se centran en las grandes clásicas o en la disciplina de ciclocross que cuenta con una grandísima  afición y la gente lo vive muy de cerca. Es muy habitual ver a familias enteras, incluido bebés y abuelos, desplazándose de su domicilio para no perderse detalle de las carreras más señaladas del calendario.

2. Circuitos técnicos

Con o sin ayuda de la naturaleza, los organizadores de cada carrera siempre se las ingenian para crear circuitos muy técnicos para poner a prueba la destreza y habilidad de todos los corredores.

Las posibilidades y combinaciones que existen son infinitas: escaleras, subidas y bajadas, montículos, maderas para saltar, arena de playa, zonas de barro, zanjas, césped, etc.

3. La élite del CX masculino y femenino

Cualquier corredor de élite de esta dura disciplina que quiera batirse con los mejores y abrirse paso entre las grandes leyendas del ciclocross, sin duda alguna, su sitio está en las Superprestige.

4. Equipos top

No solo los corredores son los interesados en ir a este tipo de carreras, los equipos saben de buena mano que, durante los días que se lleva a cabo alguna de estas pruebas, hay muchísimas miradas puestas en los resultados y es un buen escaparate para lucirse, alegrarle el día a patrocinadores y, por qué no, hacer nuevos contactos para temporadas futuras.

5. Organización

Detrás de cada prueba de este nivel hay una larga lista de preparativos para que todo salga redondo. Desde la definición del circuito, seguridad, voluntarios, zonas para el público e invitados VIP, medios de comunicación, sanitarios, y muchas otras cosas que nos dejamos por el camino pero, sin duda, un gran trabajo por parte de los organizadores de cada carrera Superprestige.

6. Repercusión mediática

Además de la prensa local y nacional, en eventos de este calibre, siempre hay un sinfín de medios de comunicación llegados de diferentes puntos del planeta, además de la típica cadena importante de televisión con un gran despliegue a nivel técnico y con los derechos para explotar y transmitir en exclusiva la carrera para sus clientes

7. Gran ambiente

Tal y como ocurre en las grandes clásicas, la gente se vuelca de pleno en las carreras de ciclocross. Es como si fuese una gran fiesta en la que nadie quiere quedarse fuera ya sea participando en una de sus categorías (hay para casi todas las edades), asistiendo como público o, incluso, ayudando a la organización como voluntario. En esto último, es muy común encontrar a jubilados  controlando y gestionando al público a la hora de cruzar la pista.

8. Climatología

El clima no es una razón propiamente para asistir a una de estas carreras pero, sí es verdad que, la lluvia y el frío son parte importante y casi esencial para vivir el clima perfecto e idóneo de lo que sería una auténtica jornada de ciclocross.

9. Comida y bebida

La primera vez que tuve la ocasión de visitar Bélgica, unos amigos me dijeron que para cenar iríamos a probar algo de comida típica y, para sorpresa mía, acabamos yendo a un restaurante donde el plato especial de la casa eran las patatas fritas… Pues bien, en las carreras Superprestige no podían faltar los puestos de french fries, bocatas de salchichas, hamburguesas y, por supuesto, las paradas de cerveza y refrescos.

10. Fiesta

Para todos aquellos a los que se le hace un poco larga la jornada, no hay porque preocuparse, los organizadores piensan en todo y no faltan las carpas y escenarios gigantescos con deejays y música en directo para animar al público durante toda la jornada y que, además de ser un espectáculo deportivo, es una gran fiesta.


Esperamos que con esta lista de razones y con las fotos que realizamos durante nuestra visita a Zonhoven, podáis haceros una mejor idea de la gran experiencia que vivimos, de cómo nos quedamos boquiabiertos cuando vimos el big hole que caracteriza esa impresionante carrera y del espectáculo que nos brindaron corredores como Toon Aerts o la mismísima Ceylin del Carmen Alvarado.

Como apunte final, comentar que Zonhoven dejará de ser una Superprestige para pasar a un nivel superior y convertirse en una prueba oficial de la Copa del Mundo de ciclocross.

Fotos de: Brazo de Hierro

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