Click here to switch to English

24H Ultracycling 2025: Backyard Ultra aplicado al ciclismo

El ultraciclismo puede considerarse la variante extrema de los deportes de resistencia. Es una prueba de coraje, autosuficiencia y la voluntad de seguir adelante cuando el cuerpo, y sobre todo la mente, pide parar. Se trata de eventos que abarcan continentes, duran días y tienen una mística que puede ser tan intimidante como atractiva. Sin embargo, desde el año pasado, ha surgido un evento que hace que el ultraciclismo sea más accesible, estratégico y, en muchos sentidos, más humano.

Hablamos de las 24H Ultracycling de Transibérica, cuyo formato que condensa la esencia del ciclismo de ultradistancia en un solo día, en un contexto local e igual de exigente.

Un día dando vueltas

Inspirado en el concepto Backyard Ultra, popularizado en el mundo del running, el evento 24H Ultracycling sustituye las rutas épicas y los puntos de paso remotos por algo engañosamente sencillo: una vuelta que se recorre cada hora en punto durante 24 horas seguidas.

En esta ocasión, los 30 participantes de la edición 2025 tuvieron que recorrer un circuito asfaltado de 21 km con 430 metros de desnivel, lo que significa que al final del reto acumularon 504 km y más de 10.000 metros de desnivel.

Lemoiz, al norte de España, fue el campamento base. Frente al ayuntamiento, los participantes tenían un lugar reservado para guardar las herramientas, la comida y la ropa de abrigo que necesitaran. El reto comenzó el 24 de mayo al mediodía, y los participantes completaron tantas vueltas como pudieron en ese tiempo. Podían elegir entre apretar y descansar un poco más que el resto antes del inicio de la siguiente vuelta, o tomárselo con más calma y llegar a Lemoiz con el tiempo justo para comer algo.

Una invitación a los curiosos

Lo que hace a este evento particularmente especial es su accesibilidad en comparación con el ultraciclismo tradicional. En las carreras de larga distancia, los ciclistas deben lidiar con una navegación compleja, un clima impredecible, falta de sueño y un apoyo mínimo, todo ello mientras llevan todo lo que puedan necesitar. En cambio, el formato de las 24H Ultracycling elimina muchas de estas barreras. Con un circuito fijo que siempre lleva a los ciclistas de vuelta al mismo lugar, los participantes tienen cerca comida, herramientas, equipo de repuesto y, si es necesario, apoyo moral de amigos y familiares.

La logística es más sencilla, lo que permite a los principiantes adentrarse en el mundo del ultraciclismo sin necesidad de una amplia experiencia en bikepacking. En muchos sentidos, es una versión refinada del ultraciclismo: el desafío mental y físico sigue presente, pero se presenta en un formato que invita a más gente a la línea de salida.

Constancia por encima de potencia

A diferencia de las carreras con salida masificada que premian los esfuerzos explosivos y los picos de potencia, el éxito en las 24H Ultracycling depende casi por completo de la constancia. Los ciclistas que se esfuerzan demasiado al principio pueden tener dificultades más tarde en la noche, cuando la fatiga y la oscuridad se apoderan de ellos. Otros optan por un ciclismo conservador, completando cada vuelta con tiempo libre para comer, estirar o incluso echarse una siesta rápida.

Durante 24 horas, los ciclistas repiten el mismo recorrido, se recuperan y repiten el ciclo. Algunos encuentran su ritmo y tratan cada hora como una contrarreloj. Otros aprovechan los momentos intermedios para socializar, arreglar cualquier problema de sus bicicletas o reflexionar. La estrategia se vuelve tan importante como la fuerza física.

Es durante la noche cuando el aspecto mental del deporte cobra plena relevancia, y cada vuelta completada después de la medianoche se convierte en una pequeña victoria. Y, sin embargo, hay algo extrañamente reconfortante en la lucha compartida. Si bien el ultraciclismo a menudo se presenta como una actividad solitaria, eventos como este fomentan un verdadero sentido de comunidad. Los ciclistas charlaban durante las vueltas, se animaban mutuamente y forjaban una especie de camaradería que perdurará mucho más allá del día del evento.

El 25 de mayo al mediodía, nueve de los participantes originales llegaron a Lemoiz por 24ª vez. “Tras 24 vueltas, los ciclistas decidirán recorrer o no la vuelta extra que cuenta para clasificación final. Es entonces cuando la prueba se convierte en una carrera”, establece el reglamento. Iñaki Guinea y Aritz Segurola completaron esa vuelta extra en 38 minutos, seguidos de cerca por el resto de los finalistas.

El primer paso

No hace falta ser un veterano de la ultradistancia para participar. Muchos participantes son ciclistas habituales, con un poco de curiosidad y mucha determinación. La clave está en la preparación: no solo el entrenamiento físico, sino también ajustar la bicicleta, saber qué alimentos le sientan bien al cuerpo, y acostumbrarse al ritmo de las paradas y arranques.

El formato del evento es una invitación a superar los límites de una forma que se siente desafiante pero no en exceso, competitiva pero no despiadada. Para muchos, las 24H Ultracycling de Transibérica son una oportunidad para tantear el terreno antes de lanzarse a aventuras más largas y remotas. Para otros, es un reto gratificante en sí mismo, con la dificultad justa para sentirse orgullosos y la comodidad necesaria para querer volver.

Si alguna vez te has preguntado si el ultraciclismo es para ti, este podría ser la prueba en la que descubrirlo.