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Alfred Bobé. Riding with the wolves

Poca broma señores, hay personas que nacen con un don especial. Personas que en su destino tienen la misión de escribir capítulos de historia.

Si Michael Jordan desafiaba la fuerza de gravedad, el «shake» de Elvis revolucionó el rock’n roll, y Jimi H. hacia gritar su Fender Stratocaster como nadie, el señor que tenemos el placer presentaros en esta entrevista tiene en su cuerdas el don de llevar la bicicleta como nadie, como si fuera una extensión de su cuerpo. “El puto jefe” del ciclismo urbano de los últimos veinte años y, al menos para nosotros, uno de los mejores riders a nivel mundial. ¡Ladies and gentlemans: Mr. Alfred Bobé!

Hacemos con Alfredo un pequeño viaje a través de sus veinte años en la bicicleta y en la calle pasando por BMX, los primeros bike-messengers, sesiones de velódromo, giras, monstertracks, criteriums; y todo siempre «over the limit», puro Alfred Style.

 

1. Joven Alfred

Empecé muy pronto con las bicicletas, cuando era un niño en Puerto Rico. Mi primera bicicleta fue una chatarra que convertí en BMX y la utilizaba para ir al colegio y a la playa. En esa época me flipaba el surf y en Puerto Rico es inevitable. Con 16 años cuando mi madre me botó de Puerto Rico, me mudé a NYC, al Bronx con mi abuelo y mi padre. Mi padre hacía de taxista, y yo ya tenía que buscarme la vida. Fue ahí que mi padre me dijo: «Alfredo si te gustan las bicicletas, búscate un trabajo como mensajero». Yo no sabía nada de ese mundo. ¡Podía pasar todo el día en la bici y encima me pagaban! ¡Para mi era lo mejor!

2. Bike messenger

En esa época el mundo de los bike messenger era un poco diferente respecto a lo que es ahora. Los mensajeros iban con mountain bikes o bicis normales. Trabajar de mensajero en esos años era increíble, los riders, los que realmente rodaban rápido eran 4/5, por nombrar algunos me acuerdo mucho de Fast Harry Williams, Squid Kevin Bolger y su hermano y otro que se hacía llamar Jack, que es el corredor que ganó la primera edición del Monstertrack.

Al inicio yo iba con una mountain bike, luego con el tiempo la «fija” se puso muy de moda y empecé a rodar en fija, y ¡a rodar fuerte! Una de las primeras marcas que impulsó mucho todo el movimiento fixed en NYC fue Puma. Organizaron un campeonato de Velódromo en la ciudad, los primeros cinco clasificados hubiesen sido parte del equipo Puma en una gira por Estados Unidos y Candadá. ¡Yo conseguí ganar ese campeonato! El tour fue algo alucinante. Viajamos por muchas ciudades, la gente flipaba cuando nos veía con esas bicicletas sin frenos y nuestro look de «mensaka». Todos los del equipo éramos messengers, entonces fuera del programa de Puma organizamos alleycats en todas las ciudades. Había mucha gente participando, de hecho creo esa gira fue un poco el principio de todo. Plantamos muchas «semillas» en todo el país y en breve el movimiento fixed riders y bike messenger empezó a expandirse por cada lado del país.

3. Alleycats

Los alleycat entonces se pusieron muy de moda, muchísima gente se apuntaba y nació asó lo que se hace llamar fixed street riding, casi lo podemos considerar un deporte extremo, y «el peligro» probablemente es lo que mantiene estas carreras «de la calle», ¡underground! Y la verdad, ¡es que nos gusta así!

4. Monstertrack

¡Aaaaah! ¡Monstertrack! Es una carrera brutal, por las calles de la mejor ciudad del mundo, para la gente de la calle, la carrera más importante del año. No es nada fácil ganar una carrera así, no es una carrera como otras, siempre vas al límite y hasta el final no sabes realmente lo que va a pasar. Además, el nivel de los riders es altísimo. Es una descarga de adrenalina única.

Yo he ganado varias veces el título, y cada vez ha sido diferente de la otra. Es una sensación increíble, salir a la calle con otros 200 corredores más y jugarte la vida entre coches, peatones, semáforos y autobuses para demostrar que eres el mejor. Esa emoción fue casi como una droga por un tiempo, cada vez necesitaba más y más.

Gané dos Monstertrack seguidas y después, por varias razones, quise desconectar por un tiempo de lo que eran los alleycats, y claro,  pronto llegaron algunas críticas y rumores fomentados por algunas malas lenguas o amigos que me querían «picar» para que volviera. Se rumoreaba que Alfred ya no era el de antes y bla, bla, bla… Yo prefiero demostrar las cosas encima de la bicicleta y no diciendo tonterías, así que volví para enseñarles a todo quien era el «mero-mero» (en Puerto Rico «el jefe»). Era el monstertrack XI, en que Lucas Brunelle gravó una parte de Line of sight siguiéndonos por toda la ciudad. Esa fue mi carrera, tenía el diablo dentro, tenía ganas de demostrarme a mí mismo quien era, otra vez, y solo tenía una cosa en la cabeza, ¡ganar! Y así lo hice.

En la última edición de esta legendaria carrera, participé con mi hijo, que se clasificó 60, una gran satisfacción.

5. El peligro

En el ciclismo urbano vivido al extremo como en las carreras urbanas, el peligro es mucho, y es inevitable que antes o después cometas un fallo, y la mayoría de veces los errores se pagan caros.

Yo he vivido a lo largo de muchos años en la calle como mensajero y, como street rider situaciones muy muy muy peeeero que muy feas. ¡Algún que otro golpe me he llevado! jejeje De cada caída o de cada accidente, por como soy, he tratado de analizar mis errores y aprender para mejorar ahí donde me había equivocado.

6. Red Hook Crit

David Trimble ha conseguido algo muy grande con Red Hook Crit, ha conseguido llevar las bicicletas de piñón fijo a un nivel más profesional. Ha conseguido crear un evento para el ciclismo urbano en el cual las marcas pueden apostar y, año tras año, está ganando popularidad, aficionados y sponsors. A día de hoy es como una «championship» mundial del piñón fijo.

En un principio, soy sincero, hubo un poco de «roce» entre lo que era el mundo puramente «street» de los messengers y el Red Hook Crit. David me invitó un par de veces, pero le dije que no, porque veía ese mundo tan diferente de lo que era mi forma de interpretar y vivir la bicicleta, que no me gustaba.

Algunos años después, decidí tomarme la bicicleta de forma diferente a lo que estaba acostumbrado, algo mucho más en serio, y finalmente decidí participar.

Mi primer Red Hook fue horrible, tenía una conjuntivitis muy fuerte, hacia un frio exagerado, aguanté como pude en el grupo de los primeros pero a la vuelta 8º me retiré. El año después me vi involucrado en una caída y me rompí dos dedos de una mano. Digamos que para conseguir rodar con los “lobos” me costó un poco, pero no me desmotivé por ello y, al final, lo conseguí.

Ahora estoy en un gran equipo, el Team Cinelli Chrome, mejorando cada vez y rodando en el grupo de cabeza.

7. Cinellil

Mi aventura con Cinelli empezó hace muchos años en Las vegas, y estoy muy orgulloso de  representar esta gran marca.

Soy corredor del equipo Cinelli, probador de prototipos y nuevos proyectos. Tenemos una relación increíble, y para mí es un honor trabajar y colaborar con una de las marcas más reconocidas y de prestigio a nivel mundial. Antonio Colombo es uno de los caballeros más brillantes e inteligentes que conozco y realmente lo considero un gran amigo, más allá de lo que es nuestra colaboración profesional.

8. Familia

Es sin duda la cosa más importante para mí. Sin la familia y tus queridos no vas a ningún lado.

9. Una frase que represente tu pasión por la bici y por el ciclismo.

Riding with the wolves

10. Gracias a…

Gracias a mi mujer Laura, por aguantarme y por apoyarme en todo

Mis hijos son el futuro, el más grande ya está compitiendo en velódromo con su Cinelli Vigorelli y puedo decir que es muy bueno, es un pequeño campeón. El más pequeño ya tiene su bici… ¡el team Bobé está en camino!

Bonus track:

 

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