Toda historia comienza con un punto de inflexión. El comienzo de un ciclo es el final de otro. Annabel Fisher, ganadora de la Gravel Earth Series en 2023, tiene una vida dividida en capítulos llena de aventuras y experiencias dentro y fuera de la bicicleta. Para ella, cada año es una montaña rusa que transcurre entre entrenamientos, viajes y saltos entre las disciplinas deportivas de esquí y ciclismo. Sin lugar a dudas, Annabel, es una gran atleta con una carrera profesional muy interesante y una persona con muchas facetas e historias que contar.
Tras años combinando el trabajo del día a día con su vida deportiva, en 2018, recibió una oferta de un equipo de ruta que no pudo rechazar. Decidió dejarlo todo y mudarse a Suiza dónde comenzó un nuevo episodio en su vida. Todo estaba listo para el inicio de su carrera ciclista de élite.
Entrando de lleno al mundo gravel
Trás varios años como ciclista profesional en ruta, en 2022, surgió una nueva oportunidad. Annabel seguiría ligada al ciclismo, pero esta vez aventurándose en nuevos terrenos junto al equipo femenino de gravel de la marca Café Du Cycliste. Según la atleta, esta invitación surgió por sus cualidades como ciclista, unidas a la diversidad y plasticidad para adaptarse a diferentes deportes, lo que la convertían en una excelente corredora para el gravel. La apuesta resultó prometedora y ganó su primera carrera muy pronto. Se dió durante su participación en la Traka 100 km (2022) y podríamos decir que fue el debut soñado, alzándose con la victoria en su primera carrera gravel. A este inicio, se siguió otra victoria en The Rift, dejando a Annabel con una sensación de plenitud: «Parece ser que se me da bastante bien esto del gravel», pensó la Británica.
En el ciclismo intervienen muchos factores, y la suerte es uno de ellos, o mejor dicho, la ausencia de mala suerte. Gravel no es una excepción, y Annabel experimentaría esta mala suerte en su tercera competición, en Monsterrato, como nos contó: «Iba en cabeza de carrera, y tuve problemas mecánicos que me obligaron a detenerme. Resolví la situación y volví al grupo lider, al rato, tuve otro incidente y así sucesivamente… Ya estaba agotada, pero no tiré la toalla y conseguí terminar en 4ª posición. La parte positiva de todo fue que pude clasificarme para el Campeonato del Mundo».
Durante el Campeonato del Mundo de Gravel de 2023, sufrió un pinchazo en un momento crítico de la carrera. Formaba parte de la escapada y justo habían pasado el punto de asistencia y, sin muchas opciones, decidió retroceder para solventar los problemas. La UCI no permite este tipo de acciones y Annabel fue descalificada por ese motivo. Esto supuso un duro golpe y un momento difícil para la atleta que tenía sus objetivos bien definidos y que se sentía en un buen momento de forma.
Con respecto a su participación en la primera edición de la Gravel Earth Series, en 2023, fue de lo más satisfactoria. A pesar de no participar en todas las pruebas del calendario que forman la GES, consiguió mantener una muy buena regularidad en cuanto a resultados, incluyendo victorias en algunas de las pruebas más duras. En la gran final que se llevó a cabo en Cardona, España, Annabel consiguió cruzar la meta en primer lugar y le permitió sumar los puntos necesarios para declararse líder de las Series y, por lo tanto, alzarse con con el título.
Nuevos horizontes junto al Classified x Ridley Factory Team
Después de dos años en el Café Du Cycliste, Annabel emprendió un nuevo viaje con el Classified x Ridley Factory Team. Aquí, ella es la única mujer, y el equipo se completa con tres atletas masculinos: Piotr Havik, Daan Grosemans y Toby Perry.
El motivo de este cambio fue el deseo de correr más carreras y afrontar nuevos retos, y particpar en este proyecto le brindaba estas oportunidades, además de una mejora en cuanto a condiciones contractuales y económicas. Sin embargo, aunque esté en el equipo, el calendario de Annabel difiere del de los chicos, ya que por su perfil de escaladora elige las carreras que mejor se adaptan a ella. Admite que el equipo está en un proceso de crecimiento y que está muy contenta de tener la oportunidad de ayudar en este proceso.
En cuanto a sus objetivos para esta temporada, cabría esperar una lucha por defender su título de la Gravel Earth Series pero, Annabel lo define como un «anti-objetivo», ya que considera que hay otras carreras por descubrir y más adecuadas para ella. Sin embargo, sí le gustaría defender otras victorias como la que tiene en carreras cerca de casa, en Villars (Suiza). En cuanto a los campeonatos internacionales, Annabel se centrará en los Campeonatos de Europa, en Italia, en lugar de los Mundiales, siendo el de este año en Lovaina (Bélgica), con un recorrido bastante llano y poco favorable para ella.
El ciclo de entrenamiento: Esquí y ciclismo
Muchas deportistas comparten la afición por el esquí y la bicicleta, y es una combinación muy acertada. Annabel no es una excepción, y se centra en el esquí de fondo durante el invierno. Es un enfoque diferente del entrenamiento que siguen en ciclismo, pero según la atleta, vale mucho la pena. Al contrario de lo que suele ocurrir con la mayoría de ciclistas donde la bicicleta está presente la mayor parte del año, Annabel deja la bicicleta a un lado de octubre y no la recupera hasta marzo, meses en los que se centra por completo en el esquí.
Según ella, tiene sus ventajas, ya que su condición física mejora mucho con este tipo de entrenamiento cruzado porque utiliza todo el cuerpo. El esfuerzo es constante: «cuatro horas de esquí es como hacer siete de ciclismo», argumenta. Annabel también mencionó que el esquí la convierte en una atleta mucho más completa y que esto, a su vez, se nota en la bicicleta, lo que la hace destacar físicamente sobre sus rivales.
Admite que las sesiones de entrenamiento son increíbles desde el punto de vista mental porque, a finales de octubre, llega a un punto de saturación sobre la bici y ya no disfruta entrenando de la misma manera. De ahí que se trate casi de una pausa estratégica. En marzo, retoma sus entrenamientos con otra capacidad física -por el entrenamiento de esquí y la altitud- y, sobre todo, mental.
Mientras hablábamos de los objetivos para 2024, Annabel nos hizo saber que no pierde de vista los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026 en Italia, pero que también está centrada en las próximas carreras ciclistas.
¿Ciclismo de carretera o gravel?
Ante la pregunta «¿carretera o gravel?» Annabel no dudó en elegir la segunda, justificándolo de forma muy apasionada. «el ciclismo gravel es honesto», dijo explícitamente. La británica continuó explicando que las carreras en ruta son muy diferentes a las de gravel. «En la ruta, hay un equipo detrás de ti y toda una estrategia – por ejemplo, proteger al líder en el pelotón, mientras que en gravel, es una cuestión de capacidad física, los atletas están más expuestos y, o estás al frente de la carrera, o no puedes ganarla», argumentó con precisión.
«Gravel es puro. Gana el más fuerte».
En dos temporadas de gravel, Annabel ya ha ganado uno de los títulos más codiciados, pero ¿cómo surgió este fenómeno del gravel? ¿Es una cuestión de habilidad técnica? Sabemos que este tipo de deporte requiere aptitudes técnicas, físicas y mentales, una tríada inevitable en el ciclismo, pero para Annabel, se reduce a una sola característica: la falta de miedo. Por supuesto, en su caso, contaba con la habilidad técnica y física, y estas le permitieron ganar tiempo y espacio con respecto a sus rivales.
«Técnicamente, no soy la mejor, pero no tengo miedo».
Además, Annabel nos confesó que el gravel está creciendo y declaró que «donde hay dinero, habrá progreso». Añadió que gana más dinero con el gravel que con el ciclismo de ruta, lo que aumenta aún más la discrepancia, ya que el gravel es un deporte bastante nuevo. Su futuro en la disciplina depende de varios factores: equipo, victorias, financiación y exposición mediática.
La persona detrás de la bicicleta
La resistencia y la determinación son algo que Annabel ha demostrado a lo largo de su carrera y reconoce que no siempre es fácil hacer frente a la rutina. Ve su hogar en Suiza como un lugar seguro al que siempre puede volver, aunque no pase mucho tiempo allí debido a las exigencias de su trabajo y sus constantes viajes.
Sus aventuras resuenan en su cabeza y en sus perspectivas de futuro, y dado todo lo que ha hecho hasta ahora, esperamos con impaciencia más capítulos de su historia en gravel, esquí, ultraciclismo (quién sabe), u otros deportes y cualquier otra cosa que se proponga.
«No hago ninguna carrera sin entrenarme para ganar. Estoy en la línea de salida de todas las carreras porque quiero ganar esa carrera; que gane o no es otra cosa».
Se la ha bautizado como <<Shotgun>>, un nombre particular que podría estar relacionado con su estilo de correr, pero ella nos cuenta que este apodo viene de lejos más vinculado a su pasado militar y a su época de cazadora, que luego también le vino bien como deportista: «Cuando hago deporte, ciclismo, correr.. salgo a por todas, salgo como una bala».
Ser atleta profesional es un trabajo muy exigente, y ella admite que la gente solo ve los buenos momentos: los viajes, las victorias y las grandes experiencias. Sin embargo, Annabel es muy sincera sobre sus retos fuera del deporte. Detrás del atleta también hay una persona, y no es fácil gestionar todas las partes de su vida. También dice que es un viaje solitario, dados los sacrificios que ha hecho para llegar a este nivel y ser la «Shotgun» que es.
«Mi futuro es mi próxima carrera, y luego la siguiente, y la siguiente… Si no tengo otra próxima carrera, ¿qué hago?»