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Festka presenta su colaboración acrílica con Ondrash & Kašpárek

La gente de Festka, desde el principio, siempre han apostado por crear bicicletas de carbono de alta gama que destaquen del resto. La marca checa de cuadros a medida decidió especializarse en la producción personalizada de bicicletas de carretera y cuadros de la más alta calidad, ofreciendo a sus clientes un producto único. En Festka, además de colaborar con instituciones de primer nivel como la Agencia Espacial Europea y la Universidad Técnica Checa para desarrollar productos de alto rendimiento, siempre han colaborado estrechamente con artistas como Michal Škapa, Jan Kaláb o el dúo Tomski & Polanski, obteniendo obras de arte maravillosas y únicas.

En su última colaboración, trabajaron con el tándem creativo Ondrash & Kašpárek (Ondřej Konupčík y Radim Kašpárek), para presentar dos bicicletas para un evento promocional en el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary (República Checa). Los dos modelos seleccionados fueron el Festka Scalatore, el cuadro de bicicleta de carretera de gama alta, y Festka Scout, el nuevo modelo de gravel, que los artistas decoraron especialmente para el evento. Aparte de las bicicletas presentadas, unos pocos cuadros extra serán producidos con un estilo de pintura que irá a juego con los ya presentados y serán hechos con la misma técnica.

Los cuadros se decoraron con una técnica en la que Kašpárek había estado trabajando durante unos cuatro años. El método consiste en realizar espectaculares pinturas abstractas compuestas por formas orgánicas multicolores sobre un lienzo blanco. Aunque el primer confinamiento fue algo que nadie deseó, Ondřej tuvo que abandonar momentáneamente su trabajo de tatuador, lo que le permitió unirse a su compañero para dedicarse al 100% a perfeccionar el método. Así, aunque fueran expertos en transferir las figuras sobre superficies planas, lo resultaba en colores y formas increíbles, su transferencia en formas tridimensionales como el cuadro, la horquilla, la potencia o el sillín presentaron un desafío sin precedentes para ellos. No obstante, el trabajo y resultado fueron extraordinario, como si un pulpo abstracto hubiera arrojado tinta de los colores del arco iris en el marco.

«Hacía un tiempo que pensábamos en realizar productos y cuando los chicos de Festka nos preguntaron si queríamos probar algo con sus cuadros, ambos estábamos totalmente dispuestos a hacerlo. No pintamos directamente sobre un lienzo o un objeto 3D. Pintamos sobre la superficie del agua en un tanque poco profundo. Vertemos pintura en la superficie utilizando herramientas de fabricación propia que llamamos paletas. Están especialmente diseñadas para mantener los colores separados en franjas paralelas que soplamos y manipulamos en las formas deseadas. El lienzo o el objeto 3D que estamos pintando se encuentra en el fondo del tanque. La transferencia ocurre al liberar el agua del tanque muy lentamente», dicen los artistas.

Al crear estas complicadas piezas, los cuadros dejan de ser objetos convencionales, para convertirse en auténticas obras de arte. Tal nivel de personalización puede resultar algo costoso, ya que solo un puñado de bicicletas se fabricarán con un método tan artesanal. Sin embargo, la marca siempre ha tenido como objetivo esta singularidad y, aunque sus futuros propietarios tengan que pagar una pequeña fortuna, muchos ciclistas desean sobresalir y están dispuestos a pagar por tecnología de alta calidad combinada con un arte excepcional.

Fotos: Festka

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