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Freddy Ovett: Cuando y donde sea, pero siempre compitiendo

Como ya sabréis, España es uno de los países con las restricciones más severas en cuanto a la libertad de movimiento durante esta cuarentena. Francia e Italia se encuentran en una situación similar y, si te paras a pensarlo, estos son algunos de los países donde más ciclistas profesionales residen. Con esto, nos referimos a que para un profesional debe ser duro tener que quedarse en casa, pero sabiendo que una gran parte del pelotón se encuentra en la misma situación, uno solo puede hacer frente a la realidad e intentar sacarle el máximo provecho.

Girona es uno de los núcleos de ciclismo por excelencia, y cada temporada más ciclistas fijan sus ojos en la ciudad catalana para establecer su nueva residencia. La situación provocada por esta pandemia comenzó por imprevisto, y aquellos que aún no habían logrado adaptarse al nuevo estilo de vida tomaron la rápida decisión de volver a casa para evitar quedarse encerrados en un entorno desconocido. Este no fue el caso de Freddy Ovett, quien aterrizó en la ciudad en 2016 y quien considera que, para él, Girona es su hogar.

«Tengo suerte de estar pasando estos momentos con mi novia y su familia al completo, ya que estar solo ahora debe ser complicado»

El corredor australiano del Israel Continental Team está tan ansioso como el resto de los ciclistas por volver a competir, algo aún más importante en el caso de los corredores que, como él, quieren consolidarse y ganar la experiencia necesaria para subir un escalón en su carrera profesional.

El talento está ahí, ya que es el hijo del campeón olímpico en los 800 metros y antiguo récord del mundo en los 1.500 metros Steve Ovett OBE. Como en el caso del ciclista Michael Woods, Freddy fue muy exitoso en atletismo pero, tras una lesión, comenzó a montar en bici y pronto se dio cuenta de que podía prosperar también en este deporte. Padre e hijo destacaban por su rendimiento en los últimos metros de las competiciones de atletismo, pero esta habilidad no se extrapola directamente a ser un sprinter en el ciclismo. Al fin y al cabo es un deporte mayormente aeróbico así que se trata principalmente de aguante y resistencia.

En 2018 estuvo como stagiere en el BMC Racing Team y a pesar de que no pudo ganarse un hueco en el equipo para la siguiente temporada, le sirvió para competir por primera vez con y contra los mejores del mundo. El año 2019 no pudo continuar su crecimiento tal y como quería, ya que no contó con los días de carrera que necesitaba en ese momento. Firmó para la segunda mitad de la temporada con el Israel Cycling Academy, equipo que vio potencial en él y le ofreció formar parte del equipo continental recientemente creado.

Dentro de un ambicioso proyecto

Esta nueva etapa le resulta interesante, y él se siente parte del Israel Start-Up Nation (de categoría WorldTeam) no solo por haber tomado la partida con ellos gracias a la norma de la UCI que permite un máximo de cuatro corredores del equipo de desarrollo participar en ciertos eventos con el equipo WorldTeam del cual depende, sino por todas las tareas en redes sociales que el equipo les asigna debido al esfuerzo que ponen en dar visibilidad a los nuevos patrocinadores y al proyecto en general después de la gran inversión realizada esta temporada.

El equipo se considera un embajador de la paz y el deporte, y a través de las competiciones virtuales de ciclismo están ayudando en la lucha contra el COVID-19. Con sus salidas virtuales en Zwift etiquetadas como “Team ISN Medical Aid Ride” y abiertas a todo el mundo, colaboran donando una máscara a los hospitales por cada usuario que se apunta. Tras el éxito de la primer edición anunciaron eventos adicionales, con más de un patrocinador sumándose al proyecto como reclamo para atraer a más gente, lo que al final significa más ayudas para la gente e instituciones que lo necesitan.

Una de las pocas carreras que Freddy Ovett pudo completar antes del inicio de la cuarentena fue el Tour du Rwanda, y vaya una experiencia.

«¿Cuántas veces puedes decir que has ido a una carrera a África? Es algo que pasa una vez en la vida»

En el contexto profesional, esta competición le sirvió para aprender a ejercer el rol de gregario, un papel en el que se sintió cómodo y que le ayudó a confiar en sí mismo, pero no solo aprendió cosas como ciclista sino también como ser humano.
Dice que toda la gente allí fue súper amistosa y les recibieron con los brazos abiertos, como verdaderos héroes. A pesar de la pobreza de la región, los habitantes se mostraban siempre felices. Durante su estancia, los ciclistas pudieron comprobar el buen estado de las carreteras de Ruanda y su agradable meteorología, algo que no esperaban y que supone un motivo suficiente para volver la siguiente temporada. Al volver de África estaba previsto que siguiera participando con el equipo WorldTeam en algunas de las clásicas italianas, pero por razones obvias no acabó sucediendo.

Dominio virtual

Freddy Ovett está disfrutando de su situación en el nuevo equipo, y está entusiasmado por los progresos que está haciendo incluso en cuarentena. Según él, Zak Dempster es una de las principales razones de esto, y está siendo un gran apoyo en todo momento. El ex ciclista profesional ocupa ahora un rol directivo en el equipo, y ambos están cada día en contacto, lo que asumimos que debe ser clave para la tranquilidad de un ciclista en estos duros momentos.
El equipo ha entregado a los ciclistas planes de entrenamiento específicos para realizar en el rodillo y, aunque nadie hace frente a un test físico con mucha motivación, las mejoras que él ha tenido respecto a las pruebas iniciales son suficiente motivo para confiar en el proceso.

A falta de carreras, Zwift es una de las únicas medidas existentes ahora mismo para comparar el nivel de los corredores, y Freddy parece estar sobresaliendo por encima del resto, tomando parte en un gran número de carreras virtuales y ganando la mayoría de ellas. Actualmente ocupa uno de los primeros puestos del ranking de Zwift Power, y aunque no deba significar mucho para él, le da un buen motivo para seguir dando cada día lo mejor de sí mismo. Otros ciclistas se toman el entrenamiento en rodillo con más calma y prefieren rodar virtualmente a solas en vez de unirse a una carrera o a una salida en grupo, que todos sabemos que acaban siendo igual de competitivas.

«Parece que estoy loco por la cantidad de carreras que hago, pero está todo medianamente planeado»

Un par de carreras al día (a veces de forma consecutiva pero en otras ocasiones repartiéndolas durante la jornada con descanso entre medio para aprovechar y estudiar) parece haberse convertido en su nueva rutina, pero en todo momento va controlando la carga de trabajo para poder seguir rindiendo. “Me encanta competir y aprovecho cualquier oportunidad para correr. Esto no es como el atletismo, que al ser un deporte individual puedes planear libremente tu calendario y prepararse al 100% para unos pocos objetivos durante el año. En el caso de ciclismo, entrenas durante el invierno pero una vez comienza la temporada estás compitiendo constantemente”. Su padre era conocido por su metodología de trabajo a la antigua usanza, que tienen poco que ver con el mundo de números que rodea las plataformas de ciclismo indoor, pero está sorprendido por cómo Freddy está haciendo frente a esta situación, y él es feliz si su hijo muestra señales de felicidad en lo que hace, tal y como sucede ahora mismo.

Desafortunadamente, no muchas carreras reales tendrán lugar a corto plazo, así que se tiene que conformar con lo que encuentra virtualmente. El próximo paso dentro de este mundo virtual sería competir en las carreras Pro/Am organizadas por invitación y que son retransmitidas en directo, pero a pesar de sus intentos de participar aún no ha sido convocado.

De vez en cuando también realiza entrenamientos de larga distancia, que son aún más agotadores que en la realidad, teniendo en cuenta que no es lo mismo en casa que al aire libre. Una vez la temporada se reanude, todos tendrán que ser capaces de competir durante 5 y 6 horas, así que deben intentar seguir sumando horas encima del rodillo y Ovett acostumbra a hacer estas sesiones largas cada sábado. El 11 de abril acompañó a Jan Frodeno durante todo el segmento de bici (180km), el día que el triatleta alemán, que también reside cerca de Girona, realizó un Ironman en casa.

Ovett está trabajando duro para conseguir su sueño de ascender a la máxima categoría del ciclismo, y parece estar en el lugar perfecto para ello. Dejemos que la competición se reanude y dejemos que los ciclistas muestren lo disciplinados que han sido en este tiempo de incertidumbre.

Fotos de: Noa Arnon

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