Este octubre, se escribirá un nuevo capítulo en el ciclismo gravel a lo largo de las crestas escarpadas y las doradas llanuras del Cabo Oriental de Sudáfrica. Se trata de Gravel Burn, una carrera por etapas de 7 días y 800 kilómetros que promete mucho más que un simple desafío físico. Las carreras de gravel, con toda su garra y gloria, nunca han visto nada igual.
Una idea forjada en el fuego
Gravel Burn es la creación de Kevin Vermaak, el visionario detrás de la Cape Epic. Kevin cree que el gravel se encuentra ahora en el mismo nivel que el ciclismo de montaña hace 20 años, con un crecimiento exponencial en Europa y Estados Unidos, tanto a nivel profesional como entre los ciclistas habituales. Por eso, han considerado que el mercado del gravel está lo suficientemente maduro como para una carrera por etapas que combine a ciclistas profesionales con aficionados.
Con una bolsa de premios récord de 150.000 dólares, repartida equitativamente entre las categorías masculina y femenina, Gravel Burn se convierte instantáneamente en el evento con el mayor premio en la historia de las carreras de gravel. Pero el dinero, aunque acapara titulares, no es el alma de este evento.
Razones detrás del formato escogido
Uno de los ingredientes clave del éxito de la Cape Epic ha sido el formato de equipos de dos personas. Desde entonces, varios eventos de ciclismo de montaña han adoptado esta forma de competir, pero no hay muchos ejemplos de carreras de gravel disputadas en parejas.
Gravel Burn será una carrera individual. Según los organizadores, uno de los factores más importantes es la seguridad. “Creemos que el riesgo de accidentes aumenta cuando los ciclistas están mirando por encima del hombro o esperando a sus compañeros de equipo. Correr en solitario permite a todos concentrarse plenamente en el camino que hay por delante”, explicaron.
Otro factor es que muchos de los mejores corredores de gravel son privateers, cada uno con sus propias combinaciones de patrocinadores. El formato por equipos, donde ambos ciclistas deben llevar equipaciones idénticas con los mismos patrocinadores, inevitablemente complicaría las cosas en este ámbito.
Para aprovechar al máximo lo que ofrece la región del Cabo Oriental de Sudáfrica, Gravel Burn 2025 consta de 7 etapas que, en su mayoría, van del punto A al punto B, acampando en la meta y comenzando la siguiente etapa desde el mismo lugar.
Ya hemos experimentado cómo es una carrera de gravel por etapas, y lo que realmente nos gusta son los momentos compartidos después de la etapa. Gravel Burn lo sabe, diseñando cuidadosamente la estructura de cada campamento para promover las interacciones sociales entre los participantes.
De los bosques al Karoo
Los detalles de la ruta se dieron a conocer en un reciente evento promocional en Johannesburgo. La carrera comienza el día 26 de octubre en Knysna, un lugar mítico en la Ruta Jardín de Sudáfrica. Los ciclistas se adentrarán en el interior a través de densos bosques costeros y se dirigirán a la vasta y árida maravilla del Karoo.
Les esperan más de 11.000 metros de desnivel, repartidos entre bosques costeros, áridos semidesiertos y sabana africana. Las etapas tienen una longitud de entre 84 y 143 kilómetros, sin que ninguna supere los 2.000 metros de desnivel. Sin embargo, esto no lo resume todo, ya que el terreno puede ser implacable y se recomienda algún tipo de suspensión para la bicicleta de gravel. El punto más alto es el Paso de Wapadsberg y sus 1.730 metros, que se presentarán en la penúltima etapa.
El último día, un clímax final aguarda en la Reserva Privada de Caza de Shamwari, donde los ciclistas se adentrarán en un reino que alberga a los famosos Cinco Grandes de África: león, leopardo, búfalo, rinoceronte y elefante. “El objetivo es construir un campamento de quema semipermanente en la meta, en el campamento Amansi de Shamwari, donde los ciclistas, año tras año, disfrutarán de una celebración reflexiva llena de camaradería y profundo aprecio por el extraordinario viaje que han completado y la tierra que han recorrido”, mencionaron.
Burn Camps
Esta no es una carrera que se base exclusivamente en correr, comer, dormir y repetir al día siguiente. Cada tarde, una vez todo haya vuelto a la calma, los Burn Camps cobran vida.
Estos campamentos remotos se construyen desde cero. Los pilares de cada campamento son las Lapas (palabra africana que significa refugio), que consisten en pequeños grupos de 25 tiendas de campaña, ubicadas alrededor de una fogata. Este diseño permite a los organizadores preservar esa experiencia íntima y conectada, incluso a medida que aumenta el número de participantes en futuras ediciones.
“La lejanía de los Burn Camps implica que no habrá alojamiento alternativo, restaurantes, tiendas ni similares cerca, por lo que debemos asegurarnos de ofrecer un servicio de primera calidad en cada uno de ellos”.
Comenzaron preparando el terreno reubicando el follaje y las piedras, retirando el alambre viejo de las cercas de los arbustos, todo ello preservando las especies naturales de Acacia y Rhus como elementos autóctonos clave. El agua también es un punto clave, y donde ha sido necesario, han excavado un pozo para asegurar que haya suficiente para las duchas, los baños y las zonas de lavado de bicicletas.
En la presentación, escuchamos que habrá cerveza, café y vino gratis por las tardes en las Lapas, lo que nos entusiasma aún más estar allí dentro de un par de meses.
El espíritu del gravel, reinventado
En los últimos años, el gravel se ha convertido en un campo de batalla por su propia identidad. ¿Es una rebelión popular o un deporte profesional? ¿Una vía de escape personal o un escenario competitivo? Gravel Burn da cabida a todo ello. Ofrece logística de nivel profesional, cobertura mediática y premios en metálico, pero se basa en la hospitalidad local y el intercambio cultural. Hay asistencia mecánica, lavado diario de bicicletas, equipos médicos y servicio de lavandería, pero también hay narraciones alrededor de fogatas, música que se escucha en la noche y encuentros con la Sudáfrica rural que ninguna publicación en redes sociales puede replicar.
Las 500 inscripciones para la edición inaugural ya están agotadas, lo que aumenta la expectativa por lo que promete ser una experiencia completa que combina carreras, inmersión cultural y vínculos sociales. Los ciclistas profesionales se anunciarán pronto, y los talentosos ciclistas sudafricanos están listos para defender su patria. Gravel Burn se perfila para convertirse en un evento de referencia del gravel, no solo en África, sino a nivel mundial.