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In focus: Kristof Ramon

Ha habido muchas carreras históricas en ruta en las últimas temporadas, y los fotógrafos tienen el privilegio de ver cómo se desarrolla la carrera desde un punto de vista único. Puede que estén allí por trabajo en lugar de por placer, pero nadie puede negar que han sido testigos de primera mano de momentos que permanecerán grabados en nuestras retinas durante mucho tiempo.

Kristof Ramon es uno de los fotógrafos deportivos más influyentes, pero incluso después de todos estos años cubriendo el pelotón profesional, lo que ha podido experimentar durante las últimas semanas no tiene precedentes. El Campeonato del Mundo de ruta en su ciudad natal y una Paris – Roubaix épica bajo la lluvia para los hombres, que también fue el primer encuentro con los adoquines franceses para las mujeres. Dos eventos que tendrán un lugar en la historia del ciclismo, y que ocurrieron con solo una semana de diferencia.

Cuando los campeonatos del mundo vinieron a casa

Kristof nació y se crió en Lovaina, por lo que cuando supo que el Campeonato del Mundo de 2021 iba a terminar “en casa” quiso involucrarse en el evento, ya fuera en colaboración con los organizadores o no. “El ciclismo es un deporte internacional que se lleva a cabo en todo el mundo, y de repente llegó aquí el evento más grande”, mencionó Kristof, todavía tratando de procesar lo sucedido. Tras pasar tantas noches en hoteles a lo largo de los años, esta vez el resto del mundo se tuvo que desplazar a Flandes para disfrutar deuna magnífica semana de ciclismo.

Uno de los eventos paralelos durante los Mundiales de ciclismo fue la exposición de fotografías que montó con su propio material y también con fotos de otros fotógrafos de ciclismo, con un enfoque en los ciclistas que se han convertido en campeones del mundo a lo largo de los años. No obstante, el papel más importante en el evento fue inesperado e implicó ser el fotógrafo jefe del comité organizativo (LOC). Eso significaba que él era el único que podía cubrir la carrera desde una moto, junto con el fotógrafo oficial de la UCI.

A diferencia de otros eventos, donde hasta a una decena de fotógrafos se les da luz verde para fotografiar la carrera desde la parte trasera de una moto, los Campeonatos del Mundo son extremadamente exclusivos en este sentido.

Ya conocía todas las subidas, curvas y los mejores lugares para fotografiar a lo largo de la ruta como la palma de su mano después de todo el tiempo que ha vivido allí, y la cantidad de carreras que ha cubierto por esa zona. Había planeado ya desde dónde fotografiar en cada momento de la carrera, pero el LOC se puso en contacto con él y todo cambió. Pasar todo el día en una moto puede haber limitado un poco su rango de posibles fotos, pero aceptó la propuesta, ya que era una oportunidad única en la vida.

“Estar en esa posición fue único. El rugido al subir Wijnpers por primera vez… todavía se me pone la piel de gallina. Mi hija y mi esposa estaban entre el público, y también vi a muchos amigos a lo largo de la carrera. Mi padre fue llevado al hospital local la semana anterior, y aunque sabía que estaba en buenas manos, hizo que fuera aún más emotivo”

La cantidad de horas de trabajo durante el fin de semana le impidió reunirse con la cantidad deseada de ciclistas, amigos o periodistas, pero actuó como anfitrión cada vez que tuvo la oportunidad de dar la bienvenida a personas que conocía. Se sintió orgulloso de su ciudad durante toda la semana y, a pesar de los compromisos profesionales, disfrutó mucho del evento.

“Fue el pico de mi carrera como fotógrafo de ciclismo. Todo se juntó, cerrando el círculo después de todo el tiempo pasado fuera de casa”

Un fin de semana de adoquines y barro

Al igual que los ciclistas, Kristof Ramon y todos los demás fotógrafos tenían cierto temor de lo que se avecinaba. La previsión meteorológica mostraba ya a principios de semana que las posibilidades de una Paris – Roubaix en mojado eran altas, 19 años después de la última. La emoción se convirtió en miedo a medida que se acercaba el día de la carrera, pero todos tuvieron tiempo suficiente para prepararse para una edición con barro. Mientras los ciclistas probaban neumáticos más anchos y presiones más bajas durante sus entrenamientos previos a la carrera, Kristof y el resto de fotógrafos organizaron la cobertura de una carrera en condiciones excepcionales.

Para Paris – Roubaix, contó con la ayuda de su fotógrafo de apoyo de confianza Rhode Van Elsen y el plan original era que ambos trabajaran desde motos pero eso generalmente significa más costes y problemas logísticos. No pudieron encontrar un segundo motorista, porque uno de los pilotos en los que Kristof confía para hacer la tarea se lesionó durante una carrera anterior y decidió no volver, con todos los demás disponibles muy demandados para el fin de semana.

En su lugar, optaron por una moto y un coche, y dadas las condiciones climáticas, resultó ser un movimiento inteligente. Los primeros 100 km de carrera antes de que los pilotos lleguen a los adoquines suelen ser inútiles desde la perspectiva de un fotógrafo, por lo que Kristof hizo esas primeras horas dentro del cómodo coche y solo se enfrentó a la lluvia para llegar a tiempo al paso del primer segmento. Cuando llegó al lugar, los otros fotógrafos ya estaban temblando después de todo el tiempo que habían pasado esperando afuera, y sus cámaras ya estaban empapadas.

Al mirar las fotos que tomó durante el fin de semana, uno puede pensar que estaba en todas partes, ya que capturó los ataques cruciales, el sufrimiento de los ciclistas, las motos cayéndose… Sin embargo, Kristof dice que ve la carrera de forma muy fragmentada.

“Las personas que ven las carreras por televisión tienen una visión mucho más completa, mientras que yo solo veo momentos muy concretos. Sabía que al principio del Carrefour de l’Arbre Moscon era el líder con un gran margen. Yo estaba ubicado al final del segmento, así que cuando pasaron y vi que ya no estaba al frente, te puedes imaginar que no tenía idea de lo que había pasado”

Con las mujeres compitiendo el sábado y los hombres al día siguiente, todo el fin de semana estuvo lleno de adoquines. No es común ver a las mujeres competir en el mismo evento en días diferentes, y aunque Kristof considera que esta es la fórmula del éxito para las carreras femeninas, cree que no será fácilmente adoptada por otras competiciones importantes. “Será difícil ver a las mujeres compitiendo en la Ronde van Vlaanderen el día antes que los hombres porque la cicloturista generalmente se lleva a cabo el sábado y los organizadores no querrán perder esa fuente de ingresos”, dice.

Ya sea con las dos competiciones desarrollándose el mismo día o no, en fines de semana como esos, Kristof se pasa el día completo cubriendo la carrera, y dedica casi toda la noche a hacer un repaso de las distintas fotografías. Casi una semana después de la carrera, todavía estaba limpiando las cámaras, por lo que se puede decir que recordará esta edición durante mucho tiempo, ya sea para bien o para mal.

¿Y ahora qué?

Mientras tanto, ya está planificando la próxima temporada, repleta nuevos clientes y retos. Consciente de su carga de trabajo presente y futura, comenzó a buscar a alguien que hiciera algunas tomas de respaldo para poder llegar a más lugares, lo que beneficiaría a su negocio y a los clientes para los que trabaja. Si vas por tu cuenta y decides ir en moto, es muy posible que pierdas la pista del pelotón y pases el resto del día intentando contactar de nuevo con la carrera, así que Rhode llegó a bordo para ayudarle y rápidamente se integró en la forma en que trabaja Kristof.

Junto con él, continuarán cubriendo las carreras de mujeres, incluso si aún no ofrece el mejor retorno de la inversión, y cubrir las carreras de hombres no deja espacio para mucho más.

Después de esas dos semanas llenas de emociones, se dio cuenta de que quizás ya había hecho todo lo que pensaba que era posible en el mundo del ciclismo. Esta sensación de “¿y ahora qué?” es lo que lo impulsa a buscar nuevos desafíos, tratando de llegar aún más lejos. Tiene su propia agencia y, como toda persona que establece un nuevo proyecto, su objetivo es construir un negocio que pueda sostenerse por sí mismo, para que Kristof pueda centrarse en sus ambiciones personales.

“Actualmente el calendario ciclista dicta mi día a día, pero en un periodo de cinco años quiero empezar a hacer mis propios proyectos. Fotografiar solo las cosas que quiero fotografiar y encontrar nuevos formatos y plataformas donde poder compartir mi trabajo”

Tiene previsto publicar su primer libro fotográfico en 2023 y, a partir de entonces, planea seguir haciendo sus propios proyectos para impresiones, exposiciones y más.

Kristof considera que es necesario trabajar siempre hacia un objetivo. También cree fuertemente en el concepto introducido por Gladwell sobre las 10.000 horas necesarias para convertirte en experto en algo. Estuvo obsesionado con la fotografía durante años, lo que resultó crucial para adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para el trabajo a realizar, y las cosas técnicas se volvieron intuitivas con el tiempo.

“Hay muchas técnicas de disparo, como obturador lento o rápido, apertura abierta o cerrada… Pero ya no tengo que pensar en eso. Si cambia la iluminación, configuro los ajustes correctos sin siquiera darme cuenta”

En el pasado se ganaba bien la vida como director de TV. Comenzó a apasionarse por la fotografía, pero su equipo fotográfico era muy básico. Tuvo que invertir mucho dinero para, simplemente, ser capaz de empezar, pero en menos de un año se demostró que valió la pena. Esto es lo que Kristof denomina como “un salto”, y nos anima a tomar decisiones como la que el tomó de forma más frecuente, ya sea en nuestra carrera profesional o vida personal.

“Si lo piensas en exceso, muchas veces es demasiado tarde. Sé que es un cliché, pero cuando estás en tu lecho de muerte, sobre lo que piensas es acerca de las cosas que no hiciste. No tendrás remordimientos si al menos lo intentaste, así que hazlo”

Kristof continuará estando presente por un tiempo en la mayoría de carreras del calendario ciclista, y seguirá siendo una referencia para multitud de fotógrafos. No obstante, después de conocerle mejor, no nos sorprenderíamos si de repente le vemos involucrado en cosas no relacionadas con su trabajo actual, siempre guiado por la intuición que le ha permitido llegar hasta aquí.

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