Con un julio cargado de eventos, supimos desde un principio que al Kantoikrit no podíamos faltar, teníamos muy buenas referencias de cuando era SURF FIXED (los dos primeros años) y nuestra intuición nos decía que nos arrepentiríamos si dejábamos pasar la oportunidad de participar en un evento como este.

Todavía hoy, varios días después del Kantoikrit y, casi con un pie en el Criterium Gijón, nos siguen viniendo a la cabeza fragmentos de la alucinante carrera que vivimos en Oñati el pasado fin de semana. Una prueba súper técnica que discurría por el centro histórico de este hermoso pueblo y que, con la ayuda del entusiasmo del público, consiguió sacar lo mejor de cada corredor.

KANTOIKRIT 2014

Durante la mañana del sábado y, después de haber descansado del viaje, tuvimos la oportunidad de hacer un primer reconocimiento del circuito con Xabi, nuestro anfitrión, y Luís de 5Shillings que llevaba unos días por allí.

El trazado contaba con zonas muy técnicas que, durante la carrera, iban a ser clave. La peor (o la mejor) era la zona de adoquines. Por mucho que lo intentaras, no encontrabas una forma cómoda para atravesar esta delicada parte del circuito. Te costaba enfocar la vista, los brazos y el cuello se resentían de tanto amortiguar y la cabeza solo podía pensar en cuanto quedaba para salir de ahí. Te resultaba casi imposible pensar que en unas horas tendríamos que pasar por allí a toda pastilla y con un buen montón de corredores hambrientos de victoria.

Después de la primera toma de contacto nos fuimos a comer con la organización que nos atendió genial durante todo el fin de semana.

Con el estómago lleno, aprovechamos para descansar un poco, hacer los últimos ajustes en las bicis antes de la carrera y conocer un poco más este encantador pueblo rodeado de montañas y naturaleza. La carrera comenzaba a las 22:00 y teníamos que aprovechar nuestra estancia.

A medida que se acercaba la hora el pueblo iba adoptando forma de circuito. Las principales calles se cerraban al tráfico, los miembros del STAFF revisaban la seguridad del recorrido y el público salía para ir buscando un buen sitio para disfrutar del show.

Por si a la carrera le faltaba emoción, el tiempo quiso añadir un toque de gracia con un chubasco que nos castigó durante un buen rato.

La carrera iba a comenzar. Entre los corredores se respiraba una mezcla entre tensión por los nervios y euforia. El pueblo entero se detenía para enfocar toda su atención en la carrera. Las calles estaban totalmente abarrotadas, los gritos de ánimos te acompañaban durante todo el circuito y los flashes de las cámaras se disparaban sin parar. Un ambiente increíble.

Durante la carrera el ritmo era frenético y tu mente no pensaba en otra cosa que no fuese pedalear. Con el calor del público y la emoción que se respiraba te ayudaba a superar la dureza de las partes más técnicas del trazado.

Tim Ceresa, último fichaje del equipo 8bar bikes, fue el vencedor de esta magnífica carrera. Tras él, Stefan Schott y Jon Ander. Destacar la participación de una única chica que se atrevió con el difícil trazado de esta prueba.

The post-party, estuvo muy a la altura del evento. Entrega de premios, comida y bebida gratis, conciertos, entre otras muchas cosas.

El resumen del fin de semana que vivimos en el país vasco, es de 10. Nos sentimos muy cómodos durante nuestra estancia en Oñati, conocimos a mucha gente, saboreamos la gastronomía vasca y disfrutamos de una gran carrera. ¿Qué más se puede pedir?

Por nuestra parte lo tenemos muy claro, el año que viene repetimos.

¡Eskerrik asko Kantoikrit!