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La Purito. Mucho más que una simple ciclo-turista

A día de hoy existen un gran número de marchas ciclo-turistas, muchas de ellas, conocidas por su gran distancia, su dureza o, en el mejor de los casos, por la belleza de los paisajes por los que transcurre el trazado.

Si hay un motivo por la que clasifican La Purito como la más dura de Europa, es por sus 145 kilómetros y 5.200 metros de desnivel positivo que reúne en su trazado más extremo. Un recorrido que transcurre por los puertos de Coll de Beixalis, Coll de Ordino, Alt de la Rabassa, Coll de la Gallina, Alt de la Comella y Els Cortals d’Encamp, donde se encuentra situada la línea de meta.

Cuando nuestros amigos de Oakley, colaboradores oficiales de la marcha, nos propusieron participar en La Purito 2016 aceptamos el reto sin dudarlo ni un segundo.

Algunos de nosotros ya habíamos “disfrutado” en la edición anterior completando su versión de 80 km y 3.500 m, y sabíamos que esta vez no iba a ser menos complicado.

Planteamos la marcha dosificándonos en cada ascensión, administrando muy bien las fuerzas para poder acabar y teniendo muy presentes los puertos de La Gallina y Cortals d’Encamp, sin duda, dos de los más importantes, uno por su dureza y otro por que es el último y ya vas al límite de fuerzas.

La previsión se cumplió y tras 8 horas de sufrimiento inhumano encima de la bici conseguimos cruzar la meta con una mezcla de sentimientos entre alegría, satisfacción y agotamiento. Una experiencia impresionante y dolorosa, a partes iguales pero que, si logras completarla, merece muchísimo la pena.

Además de por su recorrido, La Purito también es una gran ciclo-turista por la gran organización, los inmejorables avituallamientos con los que cuenta, y la participación de todos los voluntarios que en todo momento cuidan de los corredores.

Agradecer a todas las marcas que apoyan marchas como esta, en especial a Oakley, por la oportunidad que nos brindó para participar en ella.

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