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On board: Le Tour du Mont Blanc por Monika Sattler

Conocimos a Monica Sattler (aka Rad Monika) en Among the Giants (ATG), una intrépida ciclista enamorada de la bici y totalmente enganchada a viajar y explorar las destinaciones más TOP para la práctica del ciclismo.

Durante los días que pasamos rodando por las montañas eslovenas con ATG, nos fue explicando su proyecto, su vida y como el ciclismo se ha convertido en el catalizador de toda su energía, un encuentro con una persona inspirada y motivada con una inagotable energía.

Así que, después de pasar unos días en compañía de esta gran apasionada de la bici, hemos descubierto más sobre sus últimos meses y todas sus aventuras sobre ruedas. Justamente, tan solo unos días después de volver de Eslovenia, participó en el Tour du Mont Blanc, nada más y nada menos que 330km con 8.000m+ de una tirada. No resistimos y le preguntamos sobre su experiencia en esta gran marcha.

Tour du Mont Blanc – 330km & 8.000m+. 1 día

El Tour du Mont Blanc es una ruta circular que rodea esta increíble montaña, pasando por 3 países: Italia, Francia y Suiza. Sin duda algunos de los más mágicos paisajes alpinos. El Tour es una gran hazaña, 330km en un solo día y muchos puertos para subir, 8.000 metros de desnivel positivos (casi el equivalente al monte Everest 8.848m).

Por si no fuese poco, la parte más dura de la gran masacre llega en la segunda mitad, sin duda esta marcha es un reto que pone a prueba las piernas y la cabeza de cualquier ciclista, una maravillosa muerte en vida. Sudor, sufrimiento y muchos momentos místicos que anulan todos los esfuerzos y hacen diferente este deporte.

¡VAMOS A EMPEZAR!

Me desperté a las 4 de la mañana preparándome para empezar la marcha a las 5. Una hora más tarde, estaba de pie con unos 500 otros participantes en la línea de salida, en la parte superior del Col de Saisies. Tuve que recordarme a mí misma, esto también era la línea de meta. Eso significa, una subida de 700m después de más de 300km en las piernas.

Había unos 10 grados y estaba oscuro. El pronóstico del tiempo era excelente, 20 grados durante la mayor parte del día.

WARM UP

La primera subida, el Col de Montets, fue el primero de los tres puertos  de «calentamiento» – como las llamo, entre ellos el Col de Forclaz y luego Champex-Lac. Había puestos de avituallamiento cada 50 km y había un montón de puntos para volver a llenar los botellines.

GRAND ST. BERNARD

Mientras cruzaba la cima de Champex-Lac pude ver lo que estaba esperando durante tanto tiempo: La vista hacia el Grand St Bernard. La subida de 46km con un desnivel de más de 2.000m+, ¡una bestia! Todavía queda un buen rato para poderse una cansarse lo suficiente antes de enfrentarse a la parte real de los últimos 5km. Antes de enfrentar físicamente y mentalmente esta subida, me detuve en un pequeño café, compré un croissant y una coca. Con esa pausa de 5 minutos me sentí mentalmente lista para el Grand St Bernard. Rodaba en grupos, en los cuales todo el mundo tenía su propio ritmo. Aunque a veces se hacía el esfuerzo para mantenernos juntos, durante 46 km es casi imposible mantenernos juntos. Como se anticipó los últimos 5 km después del túnel fueron difíciles. Pero al mantener un ritmo sostenible, llegué a la parte superior sintiéndome bien. No era tanto la fatiga física que me preocupaba sino que mi «músculo» mental el cual tuve que ocuparme cuidadosamente. Mantenerse motivada y enfocada mientras se mantiene la resistencia es una necesidad absoluta para seguir adelante, terminar este evento y no querer vender la bici después.

PETIT ST. BERNARD

Al dirigirme al Petit St. Bernard sentía mucho mis pies. Todos mis esfuerzos para intentar mantener bajo el nivel de dolor no tuvieron éxito. Aunque llamado «Petit» St. Bernard, esta subida de 28km tiene un desnivel de 1.287m+.

En la parte superior de Petit St. Bernard, tocaba comer y bien: camembert y salami. Aunque parecía demasiado pesado para mí en los primeros 200km, ahora, mi cuerpo lo anhelaba después de 11 horas de rodar.

Para mí, la parte más difícil ya estaba hecha. En mi opinión, el ascenso de 1.100m+ de Cormet du Roseland fue para «disfrutar». Por ahora, estaba completamente en mi ambiente. Después de 11 horas de rodar, era el músculo mental que más importaba ahora.

CORMET DU ROSELAND

Una vez en la cima del Cormet du Roseland, me puse mi chaqueta y empecé el descenso. Una vez, llegué a una esquina, me encontré un lago con agua turquesa en el cual brillaba con la puesta de sol. ¡Uauu! Esos son los momentos especiales que hacen un viaje tan memorable. También pasé a un ciclista que ya no podía contener su comida y otro que se rindió al inicio de la última subida antes de la meta.

Se hizo visible que había sido un largo día para todos. Un largo día para llegar a los límites mentales y físicos. El sol empezó a ponerse.

CASI LLEGANDO…

¡Monika, quedan sólo 15 km! Los últimos km de un largo día. Con algunos participantes por delante otros por detrás, estábamos rodando la última parte hasta la línea de meta. Era sólo cuestión de pensar en llegar a casa. Estaba tratando de recordar cómo todo comenzó esta mañana a las 5 y lo que hemos alcanzado. Parecía que fuese otro día no 15 horas antes.

LA META

Después de 15h 39min crucé la línea de meta. Yo estaba en otro mundo. No me lo podía creer cuando me dijeron que fue la tercera mujer en cruzar la meta. Después tuve la oportunidad de hablar con los otros participantes, con los cuales intercambié puntos de vista de todo el día. Hablamos nuestras experiencias y emociones, nuestros buenos momentos y desafíos.

¡Qué evento. Ni  un momento de aburrimiento, siempre increíbles vistas sobre un valle o montañas mientras uno se va enfrentando a un desafío que crea recuerdos para toda la vida!

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