Click here to switch to English

Ranxo Gravel 2024: Acabando las Gravel Earth Series de la mejor manera

La segunda temporada de las Gravel Earth Series ha concluido este domingo con la Ranxo Gravel. Si bien el año pasado la serie de carreras contaba con 5 eventos, en 2024 la cifra ha crecido hasta un total de 20 pruebas repartidas en 13 países, brindando la oportunidad a todo apasionado del gravel de descubrir algunos de los rincones más espectaculares del planeta para la práctica del ciclismo.

Debido al atractivo de la Ranxo Gravel, ya no solo por el recorrido sino por los puntos en disputa, 700 participantes se congregaron en Points, Lleida, para afrontar una de las tres distancias ofrecidas por los organizadores. Estos puntos iban a ser decisivos para terminar la victoria en la clasificación general final, ya que la escala de puntuación para esta carrera dejaba la puerta abierta a sorpresas de última hora. Hasta siete corredores dependían de sí mismos para llevarse las Gravel Earth Series de este año.

Puro gravel en el interior de Cataluña

Era la cuarta edición de la prueba, con ilustres campeones como Valverde o Verona en el histórico de resultados. En su primer año fue organizada como carrera independiente, sin estar asociada a ninguna serie ni liga. Durante las pasadas dos ediciones formó parte de las UCI Gravel Series, y en 2024 ha sido incorporada a las Gravel Earth Series como evento final.

Mientras en otras localizaciones los organizadores e tienen que rascar la cabeza para diseñar un recorrido con un porcentaje considerable de gravel, la telaraña de caminos agrícolas que rodean los pueblos de las comarcas de la Noguera y la Segarra facilitó un escenario perfecto para la disputa de una carrera con participantes del más alto nivel, incluso cuando el mismo fin de semana tenía lugar el Campeonato Europeo de la disciplina.

El atractivo de la Ranxo Gravel hizo que muchos de los ciclistas que en un primer momento se habían marcado el Campeonato Mundial como objetivo final, alargaran su temporada de competición una semana más. El nivel fue excepcional, y Klassmark tomó las acertadas medidas para garantizar una carrera en la que las mujeres pudieran competir entre ellas sin interferencias. Su salida fue a las 7:45 del domingo 13 de octubre, una hora antes que el resto de participantes de la distancia larga – 160 kilómetros y 1.700 metros de desnivel -, e ir a rueda en caso de ser adelantadas por los hombres no estaba permitido.

Frío inicio antes de la acción

El amanecer se hizo de rogar, y ante el frío de buena mañana, la mayoría participantes apuraron refugiados en su alojamiento, caravana o tienda de campaña, hasta pocos minutos antes de la salida. La lluvia de la noche anterior, en contraste con las altas temperaturas del día de carrera, dejó el terreno en condiciones ideales, evitando polvaredas y proporcionando mayor agarre en un circuito de por sí extremadamente rápido.

Quedamos cautivados por los paisajes y las pistas en perfecto estado de la zona. La subida más pronunciada estaba colocada al principio de carrera, y dado que en ese momento la niebla característica de la provincia de Lleida estaba baja, parecía que los ciclistas rodaban por encima de las nubes. En esa primera ascensión los ciclistas más dotados fisiológicamente lograron abrir un hueco sobre el resto, pero algunos de los especialistas en la disciplina sacaron ventaja de los tramos más técnicos para reengancharse al grupo cabecero.

La niebla fue haciendo acto de presencia durante la mañana, aportando un toque místico y haciendo que, en las largas rectas de gravilla en zonas remotas similares a los paisajes de Kansas, solo se apreciara lo que había un par de metros por delante. Los locales nos dijeron que era el primer día episodio de niebla densa del año y que normalmente las condiciones son idoneas para la práctica del gravel. De lo primero tenemos serias dudas, pero por lo que vimos el pasado fin de semana, la comarca de la Noguera es un sitio muy recomendable para montar en bicicleta con total tranquilidad.

Alta velocidad en los grupos de cabeza

Ambas carreras tuvieron una narrativa similar. Una vez dejaron atrás el sendero más largo del día, los ciclistas que salieron en cabeza, con la gran mayoría de favoritos entre ellos, se entendieron entre ellos y mantuvieron un ritmo alto. Fueron los problemas mecánicos, y no tanto la falta de fuerzas, los que hicieron que estos grupos fueran perdiendo integrantes poco a poco.

Al paso por el único avituallamiento en el que estaba permitido asistencia externa, en el kilómetro 105, la carrera masculina estaba liderada por un grupo de nueve ciclistas, y en el caso de las mujeres, eran cuatro las que parecía que se iban a jugar la victoria. Karolina Migon lo tenía todo a su favor para confirmar su liderato en las Gravel Earth Series, y tras tres cuartas partes de la carrera rodando cohesionadamente con Morgan Aguirre, Danni Shrosbree, y Klara Sofie Skovgard, puso una marcha más y fue descolgando a sus rivales hasta llegar en solitario a meta tras un esfuerzo de 5h44min.

El trofeo final

La polaca del PAS Racing logró la doble corona, y fue acompañada en el podio de la carrera por Morgan y su compañera de equipo Klara. Sarah Sturm, vencedora de la Migration Gravel Race, no tuvo suerte al pinchar en la primera hora de carrera, pero su mentalidad competitiva y el gran estado de forma mostrado fueron recompensados con una segunda posición en la general final.

Poco después, recalcando el perfecto manejo de los tiempos por parte de Klassmark, todos los presentes en la zona de llegada fuimos avisados de que en la carrera masculina el estadounidense Griffin Easter había conseguido abrir un pequeño hueco ante sus rivales y se disponía a encarar el último kilómetro de carrera en solitario. Llegó en un tiempo de 4h51min, y en menos de tres minutos, nueve corredores más cruzaron la meta en Ponts. La victoria del día estaba clara, pero en un primer momento no se sabía quién había ganado la clasificación general, ya que varios de los contendientes entraron prácticamente juntos.

Finalmente fue el noruego Simen Nordahl Svendsen quien, gracias a su segunda posición en Ranxo Gravel, se llevó la clasificación final de las Gravel Earth Series. El propio Griffin subió hasta la segunda posición en las series, y Peter Stetina finalizó tercero tanto en la carrera como en la general.

Una vez más, el ambiente en la línea de meta fue envidiable. Ciclistas animándose los unos a los otros, reviviendo momentos de carrera, y disfrutando de esa primera cerveza que marcaba el final de temporada. Las Gravel Earth Series han logrado, más allá del innegable éxito en lo estríctamente deportivo, formar un grupo de apasionados por el gravel que viajan y compiten juntos donde sea con tal de descubrir los rincones más impresionantes del planeta encima de la bicicleta.