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Safi Works: Cuadros a mano íntimos y detallados desde cero

Me crucé con Jimbo por primera vez en un evento de bikepacking el verano de 2020 en la región del vino por excelencia de La Rioja (España), y quedé hipnotizado por su simpatía al instante. Mientras hablábamos, me rodeó una oleada de vibraciones positivas y su carácter entusiasta. Obviamente, en ese momento él utilizaba una bicicleta de acero de color púrpura -con sus acoples un poco torcidos- hecha a mano por él mismo. A pesar de no saberlo todavía, ese sería el primer de muchos montajes.

Un año más tarde, y tras meses de preparación y anticipación, lanzó Safi Works, la marca de cuadros artesanales en la que había estado trabajando con el propósito de hacer que las bicicletas de acero a medida fueran ‘más democráticas’. En todas sus piezas realizadas hasta el momento hemos visto como pone el máximo esfuerzo y se involucra en todos y cada uno de los detalles del proceso, desde la geometría y las medidas, hasta la soldadura, pintura, selección de componentes y montaje. Es apasionado, genuino y original, y su trabajo es un reflejo de ello.

La historia detrás de Safi Works

La trayectoria para encontrar tu verdadera pasión no siempre es sencilla y los caminos a seguir son infinitos. Jimbo creció en una familia rodeada de fanáticos de los deportes de motor. Así que cuando se mudó a Madrid para empezar la universidad no tuvo dudas y se matriculó en la doble titulación de Ingeniería Industrial y de Automoción. Después de dos años, tuvo la oportunidad de hacer unas prácticas de automoción en Módena (Italia) donde, sorprendentemente, conoció a Marco, el fabricante de cuadros de cargo-bikes detrás de Recycle. Al ver cómo trabajaba y aprender de él, su proyecto de vida dio un vuelco y una nueva aventura se instaló en su cabeza.

Una vez de vuelta en Madrid dejó la carrera de Automoción para centrarse únicamente en Diseño Industrial y realizar proyectos relacionados con la bicicleta. Al mismo tiempo se incorporó a la ETB (Escuela Técnica de la Bicicleta) donde comenzó a aprender todos los secretos para construir cuadros de bicicleta desde cero de la mano del maestro Andrés Arregui. Durante este tiempo ingresó en la academia como aprendiz, aprendiendo sobre materiales, técnicas, diseño y fabricación, pero al mismo tiempo adquirió habilidades de comunicación y marketing. Al ir progresando, Andrés verá potencial en él y le dará más responsabilidades como crear cuadros completos o empezar a formar a los estudiantes.

Es después de un viaje en cargobike hasta Eslovaquia que realmente se desafía a sí mismo y se cuestionó cuál debería ser su próximo paso. Así mientras trabajaba en un proyecto con Lamborghini Bikes decidió parar y, tras terminar sus estudios universitarios y ya sintiéndose a gusto con su trabajo, lanzó su propia marca Safi Works. El nombre que eligió Jimbo proviene de un viaje que realizó a Tanzania, donde se escucha la expresión ‘safi sana’ por todas partes (significa ‘muy bueno’ en swahili), reflejo de su personalidad optimista. Paralelamente, aún teniendo su marca, siguió trabajando en la ETB pero haciendo sus propios proyectos y montajes de lado.

Un alud de proyectos

Desde el primer momento en que el proyecto Safi Works salió a la luz, el flujo de pedidos fue poco a poco in crescendo. Desde el minuto uno Jimbo abre una línea directa de comunicación con su cliente. Él es el único detrás de la marca y se encarga de todos los pasos del proceso. Por lo tanto, siempre está ahí para hacer la bicicleta ideal del cliente, listo para responder preguntas, evaluar cualquier problema y proponer sugerencias. Escucha las necesidades del cliente pero al mismo tiempo pone un poco de su alma en cada proyecto en base a su gusto y experiencia.

Según él, el primer paso para diseñar una bicicleta es elegir el uso y la rueda que vas a montar, ya sea una de 700c de 25 mm para carretera o una de 27,5 de 2 pulgadas para tierra. El resto es una progresión a partir de ese paso en adelante. Para él una bicicleta es un diálogo con el cliente, entender sus necesidades y estilo de conducción, aconsejarle y sugerirle algo que satisfaga a ambos.

A diferencia de la mayoría de los constructores de cuadros, además de soldar, también pinta sus bicicletas con pistola de pintura. Como él dice, no es un proceso fácil ya que, aunque el cuadro se comporte perfectamente, el trabajo de pintura es lo que la gente ve y todo el mundo quiere acabados pulcros, simétricos y perfectos. A pesar de eso, le encantan los colores y el diseño, y cuidar esta parte del trabajo agrega valor al montaje final.

La mayoría de sus creaciones consisten en bicicletas gravel de acero, ya sea con ruedas de 700c o 650b, pero todas con su característico logo Safi a manos de Last Leaders y componentes de alta calidad a juego con el cuadro y la finalidad de la bicicleta. También tiene configuraciones más diferentes, como manillar plano en una bicicleta de gravel con neumáticos bien anchos, o una agresiva bicicleta de ciudad para surfear la ciudad. Una de sus últimas incorporaciones a esta mezcla será una bicicleta de carretera.

Con esto, su sueño sería hacer que los cuadros de acero de alta gama fueran más accesibles al público y no convertirlos en productos de ultralujo. Menciona el concepto de ‘bicicletas democráticas’ y podemos ver esto en los componentes con los que están equipadas las bicicletas, ya que se ajustan al presupuesto y las necesidades del cliente. Algunos de ellos vienen con platos y bielas altamente mecanizados y piezas muy únicas, mientras que otros vienen con grupos más comerciales, pero siempre con los mejores juegos de dirección y horquillas para igualar la calidad del cuadro.

La vida está llena de oportunidades y desafíos

A pesar de sus veintipocos y que Safi Works sea una marca relativamente joven, Jimbo es alguien con ese saber hacer y esa originalidad innatos que le hacen sobresalir del resto. La construcción de cuadros es un proceso muy gratificante y más tratándose de un proyecto personal, pero al mismo tiempo consume mucha energía. Es por esto que hace unos días anunció que la marca quedará en stand-by temporalmente, ya que recientemente ha empezado a trabajar para BMC. Esto representa una gran oportunidad para él, para aprender sobre otros materiales, procesos y técnicas, y crecer como ingeniero de bicicletas en una empresa tan reconocida.

Dejó de recibir pedidos hace algunos meses y terminó de soldar todos los trabajos justo antes de mudarse a Suiza. Sin embargo, Safi no ha desaparecido aún y, visto el éxito del proyecto, quien sabe si de aquí un tiempo cabrá la posibilidad de encargar un cuadro de nuevo.