Los que nos seguís desde hace tiempo, sabéis de buena mano que somos unos auténticos apasionados del handmade y de las bicicletas a medida. Piezas de museo que acaban siendo únicas y exclusivas, y que, por desgracia, no todo el mundo sabe darles el valor que hay detrás del proceso de construcción de cada una.
Pues bien, hoy estamos aquí para presentaros otra gran bicicleta que nos llega de manos de Enrico Sarto y de su reconocida e histórica marca: Sarto Bikes.
En noviembre de 2022, la firma italiana presentó la Sarto Raso, un nuevo modelo de bicicleta all-road muy prometedor. Era atrevida y ofrecía un gran equilibrio entre rendimiento, confort y una multitud de opciones gracias a su amplio paso de rueda. Sin duda, este modelo se ha convertido en uno de sus principales reclamos en los últimos años.
Con el auge incesante del gravel, meses más tarde, presentaron la versión adaptada para esta disciplina; también recibió una gran acogida en el mercado y muy buen feedback de sus clientes más exigentes.
Ahora, en 2025, la marca decide llevar el modelo Raso al siguiente nivel, presentando una bicicleta con un gran espíritu de competición, una geometría realmente eficiente y un extra de versatilidad: la Sarto Raso Wide.
Evolución natural
La disciplina de gravel sigue creciendo sin parar y lo que empezó de forma muy discreta y sutil como algo para escapar de la ciudad y vivir una pequeña aventura por caminos rurales, hoy cuenta con un sinfín de opciones y modalidades dentro de la misma categoría. Desde el punto de vista de las marcas, esto supone una buena oportunidad de ampliar su catálogo, pero, a la vez, también un gran reto al ofrecer productos de calidad que cumplan su cometido con garantías.
Históricamente, Sarto Bikes ha sido un referente en el ciclismo y, más concretamente, en la fabricación de cuadros de carbono. Trás pasar muchos años produciendo para otras marcas, y manteniendo en la sombra toda su experiencia y saber hacer, la marca decidió dar un paso al frente y crear sus propias bicicletas bajo el nombre de la familia Sarto.
La aparición de la nueva Sarto Raso Wide no es más que el fruto de llevar este modelo a su máxima expresión. La evolución natural del modelo Raso en busca del máximo rendimiento y la mayor versatilidad. El objetivo es claro, ofrecer una bicicleta gravel competitiva y preparada para afrontar cualquier situación, ya sea en las competiciones internacionales más exigentes, pruebas de larga distancia, o en aquellas aventuras más remotas y extremas.
A todo lo anterior hay que sumar que Sarto Bikes, como artesano y apasionado de la construcción de cuadros, ofrece la opción full-custom en cualquiera de sus modelos, lo que permite adaptar la geometría, la rigidez y los acabados de construcción, así como el color y los componentes, para convertir la bicicleta en una pieza única.
Raso Wide al detalle
Lo primero que llama la atención de la Wide es el tamaño de su paso de rueda, preparado para montar neumáticos de hasta 48 mm con una transmisión 2x o de hasta 56 mm si optas por una transmisión monoplato. Si nos centramos en esta última opción, ya estamos hablando de medidas de neumáticos más típicas de MTB que de Gravel, pero en muchas de las competiciones de referencia de la escena actual, cada vez es más habitual encontrar corredores que las usan.
Pero más allá del “extra” de amplitud, esta nueva versión de Raso está pensada y diseñada para transmitir la aceleración y la velocidad de una bici de carretera al terreno de gravel.
La geometría del cuadro ha sido repensada para garantizar un gran rendimiento y rigidez, a la vez que aporta un gran manejo y comodidad. El triángulo trasero ahora mide 430 mm, permite montar piñoneras de hasta 52 dientes y es compatible con la patilla de cambio UDH de SRAM.
Si nos fijamos en la parte delantera, encontramos una horquilla también rediseñada y adaptada para estar completamente alineada con el resto del cuadro. En ambos casos, horquilla y cuadro, encontraremos diferentes puntos de anclaje para no tener límites al encontrar la configuración perfecta para un viaje de bike-packing.
Por último, pero no menos importante, destacar el cockpit, totalmente integrado y libre de cables, y la tija aerodinámica, que aportan la guinda del pastel a una gran bici.
Tailandia como banco de pruebas
Boquiabiertos. Posiblemente sea la mejor forma de definir nuestra cara el día en que desempaquetamos la Raso Wide en el garaje de casa. Tras las primeras conversaciones con la marca, las expectativas eran altas y teníamos muchas ganas de verla, pero cuando finalmente la tuvimos delante, superó con creces lo esperado.
La bici de por sí ya tiene una impactante apariencia, pero en nuestro caso aún era mayor al venír montada con los últimos productos presentados por Campagnolo, el grupo Super Record X, monoplato y 13 velocidades, a juego con las ruedas Campagnolo Bora X. A esto, sumadle un perfil de 50 mm y unos gigantescos neumáticos de 2.2’’ de ancho. Ahora decidnos si no es para quedarnos boquiabiertos o si estamos exagerando.
Este bike test era algo diferente para nosotros porque aprovecharíamos nuestro viaje a Tailandia para probar las bicis (teníamos dos unidades) en un escenario real, en un contexto competitivo y en terreno totalmente desconocido para nosotros. Participábamos en la UCI Dustman Gravel Race y éramos los encargados de poner la Sarto Raso Wide al límite.
En un inicio, no sabíamos si el ancho de rueda nos penalizaría en algunos aspectos durante la competición, pero tan pronto vimos la previsión meteorológica que nos esperaba para los días previos y para el mismo día de la carrera, supimos que no podíamos llevar una configuración mejor para un escenario tan extremo. Lluvia, humedad, barro de todo tipo y pistas completamente inundadas formaban parte de un exquisito menú que podría representar la pesadilla de cualquier ciclista que hubiese cruzado medio mundo para participar en esa prueba. Pero no, nosotros estábamos allí para disfrutar de la experiencia y no podíamos estar con una bici mejor para la ocasión.
Tuvimos la oportunidad de familiarizarnos con la bici en los días previos a la carrera; esto nos permitió realizar pequeños ajustes y elegir las presiones de los neumáticos para el ritmo de carrera que queríamos mantener. Este factor es clave si quieres encontrar el equilibrio perfecto entre ir rápido y no penalizar en las zonas técnicas. Además, en un terreno con tanto barro, contar con tanto balón en el neumático, con la presión adecuada, nos permitiría rodar con cierta facilidad.
Llegaba el día de la prueba de fuego. Hasta el momento, las bicis habían funcionado a la perfección y solo esperábamos que todo siguiera como hasta entonces. La sensación era como rodar en una bici de carretera: posición aerodinámica, rigidez, reactividad y ligereza. El flow que tuvimos encima de ellas durante toda la prueba fue increíble y, teniendo en cuenta las condiciones y la dureza, todo funcionó a la perfección. El rendimiento de la bici, la respuesta del grupo ante cualquier situación, por mala que fuera, y el grip de los neumáticos… ¡Bravissimo!
En un día como ese, más allá de los resultados, cruzar la línea de meta ya era todo un logro. Los que conseguían llegar al final del recorrido parecían recién llegados de una auténtica batalla campal y terminar intactos, sin caídas ni averías mecánicas, era todo un hito.
En nuestro caso, conseguimos acabar la carrera y ambas unidades llegaron sin incidencias y habiendo cumplido con su deber muy satisfactoriamente. Obviamente, necesitaban un poco de mimo y cuidado, pero el test lo habían pasado con muy buena nota.





















