Los neumáticos de gravel son cada vez más grandes, y también el recorrido de la suspensión diseñado para complementarlos. Aunque la suspensión delantera en bicicletas de gravel sigue generando debate, Sram redobla la apuesta con el lanzamiento de la RockShox Rudy XL, una horquilla con hasta 60 mm de recorrido configurable y pase de rueda para neumáticos de 2,25”. El objetivo es claro: añadir comodidad y control a quienes buscan llevar las bicicletas con dropbars a terrenos más exigentes.
Del gravel fluido al singletrack
La Rudy XL toma como base la Rudy Ultimate XPLR original, presentada en 2021. Aquella versión introdujo la suspensión en el gravel en un conjunto ligero con 30–40 mm de recorrido. La nueva Rudy XL va más allá, ofreciendo opciones de 50 mm y 60 mm, un chasis más rígido y mayor paso de rueda. En la práctica, difumina la línea entre el gravel y el cross country, proporcionando suficiente absorción para suavizar tramos de gravel accidentados, caminos irregulares o senderos.
Existen dos versiones de la Rudy XL. La Rudy XL Ultimate es la opción premium, equipada con el cartucho hidráulico más ligero de RockShox, el Charger Race Day 2. Con dos posiciones de compresión —abierta o con bloqueo firme— permite alternar entre comodidad en terrenos abruptos y máxima eficiencia en asfalto. La Rudy XL estándar utiliza un cartucho más sencillo de sólo rebote, pero conserva la misma cámara de aire Solo Air adaptada a corto recorrido.
Ambas comparten un avance de 45 mm y compatibilidad con neumáticos de hasta 2,25”, además de la opción de montar un guardabarros corto integrado. Para quienes buscan destacar, la versión Ultimate está disponible en el nuevo y llamativo color Electric Red Signature, además del clásico negro brillante; mientras que la versión estándar se ofrece únicamente en negro.
No todos los cuadros de gravel son compatibles con la Rudy XL. Está diseñada para geometrías corregidas para suspensión, con tubo de dirección cónico de 1,5–1 1/8”, y puede requerirse verificar la compatibilidad de la pista de rodamiento de la dirección antes de instalarla.
Con un PVP de 1.010 € para la Ultimate, la Rudy XL se posiciona como una mejora de gama alta destinada a ciclistas que priorizan la comodidad y el rendimiento frente a la simplicidad de una horquilla rígida.
A medida que el gravel competitivo y el gravel de aventura se vuelven más exigentes, las horquillas de suspensión pasan lentamente de ser una rareza a una solución aceptada. Ya sea que se convierta en un estándar o siga siendo la elección de un grupo dedicado, la Rudy XL refleja lo rápido que está evolucionando el equipamiento de gravel. Con neumáticos más anchos, mayor recorrido y una frontera cada vez más difusa con las bicicletas de XC, la categoría se aleja de su definición inicial de “bicis de carretera para tierra”. Si algo indica la Rudy XL, es que el futuro del gravel prioriza la versatilidad, incluso si eso incomoda a algunos puristas en el camino.
