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Strade Bianche: relatos de la Toscana

Tanto si la Strade Bianche se convierte en el sexto Monumento en un futuro próximo o no, nadie puede negar que el sábado pasado fue un gran día para cualquier aficionado al ciclismo. La mayoría de los mejores ciclistas del mundo se juntaron en la salida en Siena para realizar una vuelta por la Toscana, y la región nos deleitó con uno de sus rasgos característicos, las carreteras blancas de gravilla.

Varias discusiones se llevaron a cabo en paralelo durante el fin de semana, algunos expresando su opinión sobre la posible incorporación de la Strade Bianche a los cinco Monumentos actuales del ciclismo en carretera, y otros argumentando que por qué decir sterrato cuando en realidad es simplemente gravel.

Una hermosa adición al calendario ciclista

En base a varios hechos, la breve historia de la carrera es residual en comparación con el legado de Ronde van Vlaanderen y otras. No obstante, en los últimos años, hemos visto ediciones de la Strade Bianche tanto bajo el sol abrasador como en condiciones de barro extremo, mientras todavía estamos esperando una Paris-Roubaix en mojado.

Otro dato innegable es la diferencia de kilometraje entre los 184 km del recorrido actual en la categoría masculina y los 300 km que terminan haciendo los corredores que participan en la Milano-Sanremo el día de carrera. Olvidando las distintas tácticas provocadas por la diferencia en el número de horas sobre el sillín, ¿consideras más emocionante un paseo por la Riviera italiana o una carrera intensa que incluye 63 km de caminos de tierra?

La edición 2020 de la carrera no pudo realizarse en la fecha prevista, pero hemos tenido la suerte de ver la carrera dos veces en apenas siete meses. Encendimos nuestras pantallas a tiempo para presenciar los últimos kilómetros de la carrera femenina y disfrutamos de cada minuto de la cobertura hasta que tuvimos que volver a nuestra rutina tras la ceremonia del podio masculino.

La carrera desde dentro

Además del convoy de la carrera, solo algunos fotógrafos y periodistas pudieron estar allí en primera persona. Laura Fletcher de Peloton Brief también estuvo involucrada, informando lo que estaba sucediendo a través de sus distintos roles como relaciones públicas y fotógrafa.

Para terminar alrededor de las 13:00 de la tarde, la prueba femenina tenía que comenzar a las 9:40 de la mañana, lo que precipitó las rutinas habituales previas a la carrera como desayunar o llegar a la línea de salida.

“Salimos del hotel a las 7:15 am, así que la mayoría de las ciclistas se levantaron y desayunaron entre las 6:00 y las 6:30, lo cual es bastante impresionante si estás a punto de hacer una carrera de casi 150 km. Personalmente, creo que es mejor cuando empiezan después de los hombres, que es como se hace en Bélgica. Esto aumenta el número de espectadores en la televisión y hace que el día de todos fluya un poco mejor”

Teniendo que realizar varias tareas en paralelo, no pudo planificar completamente qué fotos tomar en qué lugar en particular, ya que había otras prioridades que cumplir. “Pese a ello, la limitación no me molesta, ya que creo que cada obstáculo puede abrir otras puertas y tal vez me dé una forma diferente de ver las cosas, o un desafío en particular”, dice ella.

Cuando pensamos en la Strade Bianche, siempre nos viene a la mente una imagen que muestra el paisaje de la Toscana y uno de sus sectores de sterrato desde lo alto de una colina. Hay algunos puntos del recorrido en los que los fotógrafos siempre tienen la mirada puesta, y Laura sonríe al recordar la situación en la que algunos de ellos estaban todos parados más o menos en el mismo lugar, tomando fotos muy parecidas.

El día anterior, Peloton Brief se unió a BORA-hansgrohe para su vuelta de reconocimiento, lo que le dio una nueva idea sobre algunas ubicaciones potenciales, aunque, en una carrera como la Strade Bianche, cada kilómetro del recorrido puede ser fuente de contenido de alta calidad.

“La carrera lo pone fácil para realizar fotos, la verdad. Cada rincón es simplemente hermoso, e incluso un error en la toma puede acabar con una foto maravillosa. Los caminos blancos reflejan las sombras y el polvo desvanece el fondo. Es difícil tener un mal día aquí”

Durante la carrera, Laura estaba en el coche del FDJ NAquitaine Futuroscope con los soigneurs del equipo entregando bidones o ayudando con los cambios de rueda. Las corredoras del equipo, entre las que se encontraban las siempre sonriente Cecilie Uttrup Ludwig, Marta Cavalli o Brodie Chapman, mostraron su combatividad durante la última parte de la carrera, terminando con dos de ellas entre las 10 primeras.

“El ambiente del equipo FDJ siempre es bueno. Realmente corren como un equipo y se complementan perfectamente. Es genial ver cuánto confían la una en la otra y cómo pueden ayudarse en la carrera. Todas estaban contentas con el resultado”

Que el ritmo no pare

El emocionante resultado de la primera carrera del día fue seguido por otro espectáculo en la prueba masculina. En un punto particular de la carrera, el grupo al frente estaba formado por los dos últimos ganadores del Tour de Francia, el actual Campeón del Mundo y los ganadores de Monumentos y dominadores del ciclocross Mathieu Van der Poel y Wout Van Aert. Todo tipo de ciclista quiere participar en esta carrera y, como resultado, pudimos ver otra edición emocionante de este hermoso evento.

Dos ciclistas neerlandeses salieron vencedores de Italia, demostrando el éxito de los Países Bajos independientemente de la disciplina, lugar o terreno. Exactamente los mismos dos ciclistas ganaron la Ronde van Vlaanderen del año pasado.

La forma en que surfearon el sterrato tiene pocas cosas en común con el espíritu de los eventos Eroica típicos de la zona, pero ambas opciones son alternativas válidas para aprovechar al máximo lo que la Toscana tiene para ofrecer.

El hype de Strade Bianche está más que justificado, y ahora que el motor de las clásicas ha comenzado a carburar, no hay nada que queramos más que la próxima batalla.

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