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The Honor Race. Un nuevo concepto de disfrutar del ciclismo

El día 30 de Abril se celebró la primera edición The Honor Race una prueba ciclo-turista no competitiva que transcurre por los increíbles parajes de la comarca del Penedés, también conocido como la Toscana catalana. Nuestra amiga Sandrine fue una de las participantes y hemos aprovechado para que nos explique cómo fue su experiencia en este nuevo formato de carrera.

Había mucha expectativa por este nuevo tipo de evento, y hubo mucha participación de la comunidad ciclista barcelonesa y española en general.

Sandrine: “Tuve la suerte de poder ser una de las participantes de esta primera e increíble edición y para mi THR combina el ciclismo con el hecho de escoger la mejor ruta a seguir, el tener sentido de orientación y sobretodo disfrutar de ir en grupo. No se puede catalogar ni como una Brevet, tampoco como una ciclo-turista convencional, se podría definir como una ciclo-turista de orientación en grupo.”

Una carrera diferente, donde el objetivo número uno es disfrutar del ciclismo en toda su esencia, donde el recorrido se convierte en un reto personal y una ocasión para conectar con los magníficos paisajes que vamos encontrando una pedaleada tras otra.

Sandrine: “Los días previos a la prueba, ya se empezaba a saber un poco más sobre el formato; un recorrido de 138km y 1.770m de desnivel con 5 puntos de control emblemáticos del Penedès: Església de Sant Pau d’Ordal, Parròquia de Sant Jaume dels Domenys, La Pineda de Santa Cristina, Font-Rubí y Creu de Lavit. Con esta información empezamos a definir la estrategia a seguir y escoger las mejores rutas para poder llegar a los puntos de forma más rápida. Lo bueno del Penedés es que hay muchas rutas alternativas para llegar al mismo sitio, rutas sin apenas coches, que pasan por sitios bucólicos  y con alguna que otra leyenda urbana.”

No obstante un día gris y nublado, muy pocos de los participantes desistieron y, quizás, las condiciones adversas dieron un toque un poquito más épico a la hazaña de los equipos en la línea de salida.

Competicion si! pero también una ocasión para ver caras conocidas y reunir “la grupeta” ciclista en un evento.

Sandrine: “El gran día llegó, un día gris, húmedo, con lluvia y poco viento al principio. Típico día que no te apetece hacer nada, sólo quedarte en la cama (ja, ja, ja). Llegamos a las 8h a las Caves Blancher en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona), allí fue el punto de salida y de llegada. Al llegar, recogimos cada uno nuestros pasaportes, desayunamos un poquito y empecé a saludar a amigos y conocidos que venían de todas partes de Cataluña pero, principalmente, de Barcelona y sus alrededores. Como dato curioso de esta carrera, es que se podía participar con cualquier tipo de bici, carretera, gravel, tándem… y tuvimos la suerte de conocer y compartir con unos campeones del mundo de tándem Joan Bertolí Font e Ignacio Avila Rodriguez.”

Habiendo comido algo y después de los correspondientes saludos, ¡tocaba pedalear! Una ruta repleta de sorpresas y recorridos alternativos para alcanzar los cinco puntos obligatorios que completaba la prueba y que cada equipo debía tomar por su cuenta y riesgo.

Sandrine: “A las 9h todos los grupos estábamos esperando  a la salida de les Caves que la carrera empezara. Ya había parado de llover, todavía estaba bastante nublado y el viento empezaba a notarse. Los organizadores empezaron a llamar de tres en tres los diferentes grupos y una vez sellado el pasaporte la aventura por el Penedés empezaba. El recorrido fue muy rompe piernas, un sube y baja constante. Al principio más o menos nos íbamos siguiendo los unos a los otros pero, a partir del tercer punto de control, ya empezamos a perder a la gente. Cada uno siguió su propia estrategia, algunos hicieron el recorrido recomendado con alguna pendiente del 17-23% y otros decidieron pasar por otras carreteras o caminos rurales asfaltados (o no) para ahorrar tiempo y alguna que otra pendiente (je, je, je).

Después de haber completado todos los puntos de control, de haber tenido uno que otro contratiempo durante el recorrido y de haber padecido el viento de cara, terminamos la carrera con un sol radiante, contentos, habiendo disfrutado mucho de este nuevo concepto de carrera, de estas tierras tan bonitas y con ganas de más”.

Después de mucho sufrimiento, disfrute y km’s ¡la merecida recompensa!

Sandrine: “Después de la foto de grupo, la foto de cómo beber cava con el porrón, como buenos autóctonos que somos (je, je, je), tocaba una buena comida con música en directo, solecito y un muy buen ambiente. Allí volví a saludar, comentar e incluso soltar algunas risas sobre el recorrido, sobre las contantes subidas y bajadas, sobre lo poco transitado que estaban las carreteras pero, sobre todo, lo bonito que ha sido esta nueva manera de vivir el ciclismo. 

Por último, me gustaría felicitar a la organización por haber creado The Honor Race, por haber escogido la zona de Penedès para su primera edición, por el desayuno y la comida al final de la carrera, la cual no faltó el cava (je, je, je), a los voluntarios que han ayudado a que se pudiera llevar a cabo la prueba sin problemas y a mi equipo Nicole Lewis, Eloi Salvia, Eric Esbert, Luis Lorenzo y Sergi Rebé por compartir esta experiencia conmigo. 

Espero que sea la primera de muchas ediciones y que todos los participantes hayan disfrutado tanto como lo hemos hecho nosotros, aunque seamos locales, siempre se descubren nuevas carreteras o caminos que te llevan a un mismo destino.”

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