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Sami Sauri: “Cuanto más avances, más verás”

No todos los retos se miden en kilómetros. Aunque el último gran desafío de Sami Sauri llegaba a los dos mil.

Sami se define como atleta multidisciplinar, fotógrafa y entusiasta de combinar ambas facetas. Hablamos con ella unos días después de la Silk Mountain Race — aún tenía algo de tos por todo el polvo que había respirado en el camino, claras señas en las manos y una más que palpable satisfacción personal.

El pasado mes de agosto, 260 personas, de las cuales apenas 22 mujeres, comenzaron a pedalear en un remoto pueblo de Kyrgyzstan sabiendo que lo que tenían por delante era una de las carreras de ultradistancia más desafiantes del mundo: 2.200 km con casi 28.000 m de desnivel positivo, tiempo impredecible y una altitud media de 2.600 m sobre el nivel del mar.

Por mucho que uno haya hecho bikepacking, nadie te prepara para algo así. Es más bien una prueba de pura supervivencia que cualquier otra cosa. Una carrera contra la línea de meta. “Me di cuenta de que todo lo que normalmente planifico en otras carreras no iba a funcionar allí”, confesó Sami.

Con la Silk culminaba una lista de retos deportivos que arrancó en Across Andes, participó (como siempre) en The Traka y puso a prueba su capacidad física y mental en Bright Midnight, en Noruega, antes de afrontar el reto más importante de 2025 para ella. Un año cuidadosamente confeccionado con un propósito muy claro: reenfocar con determinación la manera de disfrutar de sus dos pasiones bajo la premisa “Adventure more” y encontrar así su sitio.

En un tiempo en el que parece que de alguna manera un puñado de likes dictamina el devenir de una disciplina, y que todo está tendiendo a girar en torno al fast gravel, es fácil caer en comparaciones y llegar a sentir que si tu percepción y manera de entender el ciclismo es diferente a lo que se siente la norma, quizás algo no estés haciendo bien.

“Si me tengo que parar y tomar una foto de una flor, lo hago y me da igual; es lo que quiero en ese momento […] Me lo he pasado bien a mi manera” – Sami Sauri

Cruzando montañas, ríos y límites

Sami tiene vacíos que no recuerda y momentos que no olvidará. Fueron 10 días, 17 horas y 22 minutos de sentimientos encontrados. Tramos de 400 km alejada de la civilización, horas sin ver a nadie, segmentos hike-a-bike de 30 km, temperaturas bajo cero, más de 24 h sin cobertura en las que aun así escribía mensajes “porque tenía que hablar con algo”… Pero entre power-naps, algún que otro llanto y un pico de ansiedad, también hubo muchos momentos de gloria.

“Algunas noches que rodaba, veía un montón de estrellas fugaces. Creo que una de las mejores fue la primera, en la que decidí tirar sin dormir. Crucé sola 5 ríos en Crocs, y ver posible que podía hacer eso fue muy gratificante – en plan wow, he podido llegar hasta aquí” – Sami Sauri

Sami no dudaba tanto de la parte física como de la mental. Trabajó desde hace unos meses con James Hayden como mentor; un reto así siempre se afronta con miedo. Su motivación fue experimentar y fotografiar la cultura y la belleza de aquellos paisajes, con “Cuanto más avances, más verás” como mantra.

En distancias algo más razonables, engañas un poco al cuerpo, convenciéndolo de que ya no queda tanto, pero esta prueba era de palabras mayores y cada día que pasaba exigía darle la vuelta a la cabeza. Lo único que puedes hacer es continuar en movimiento.

Nos preguntamos si algo ha cambiado en ella tras la carrera. “Me ha gustado poder llegar más lejos de lo que pensaba y creo que eso quizás ha abierto la puerta a una Sami con más ganas de esto”, nos comentó la multidisciplinar aventurera.

Resulta, además, enormemente motivador para otras mujeres ver que algo así puede hacerse; que, como Sami —aunque sin olvidar la dureza—, podemos sentirnos orgullosas de superar límites muchas veces autoimpuestos.

Y es que supongo que a veces no buscamos aventuras únicamente por lo que encontraremos fuera, sino también por lo que descubriremos dentro.

Fotos: Sami Sauri