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Arctic Post Road – Bikepacking Adventure in the Far North

Solemos relacionar el verano con playas soleadas, gente en pantalones cortos, bebidas frías y marcas de bronceado divertidas. Sin embargo, eso no es lo que sucede por encima del círculo polar ártico, donde, a pesar de ser más caluroso que en invierno, todavía es necesario llevar un chubasquero y pantalones largos. Esta es una de las razones por las que esta región no es el destino más conocido para recorrer en bicicleta y aún menos para acampar, ni siquiera para los finlandeses o los noruegos.

A finales de junio, Henna Palosaari se preguntaba cuál podría ser su siguiente destino de bikepacking en el que sería su tercer año como ciclista. Había oído hablar de la ruta Arctic Post Road de 400 km desde Ylläs (Finlandia) hasta Alta (Noruega), conocía la zona ya que había practicado snowboard en ella, pero no sabía cómo era rodar a través de ella. Le preguntó a Sami Sauri que se uniera a ella en agosto, ella aceptó sin dudarlo, y Henna empezó a planificar la ruta.

Con dos variantes posibles, una versión gravel de 410 km con algunos tramos de carretera y una BTT de 430 km totalmente off-road con gravel y singletracks, ambas acordaron rápidamente hacer la ruta gravel pero uniéndose a la ruta BTT cada vez que hubiera que pasar por asfalto. Con esto, hicieron su propia versión de la antigua Post Road que atraviesa los páramos de la Laponia finlandesa, recorre las tierras altas de Finnmark y termina en el océano Ártico noruego. Con una proporción de renos por hombre de cinco a cuatro, ciertamente, experimentarían lo que es cubrir vastas extensiones con una completa sensación de soledad y naturaleza.

La película ‘Arctic Post Road – Bikepacking Adventure in the Far North‘ narra su viaje en bicicleta por la Laponia donde se encontraron con todo tipo de sorpresas. Totalmente autosuficientes con todo en sus bicicletas, comenzaron en una sección asfaltada rápida para salir rápidamente de la carretera y meterse en el bosque y los senderos de gravilla donde apenas verían a nadie. Cada día era diferente, ya que el terreno y el clima cambiaban cada vez. Viniendo de España donde Sami iba en bicicleta a 40 ºC, por encima del Círculo Polar Ártico la temperatura nunca superó los 17 ºC, la lluvia les acompañó durante todo el recorrido, y apenas vieron el sol aparecer entre las nubes.

Dormir en una tienda de campaña tiene sus beneficios, como parar donde quieras, pero las mañanas también pueden ser un desafío. Algunas de las secciones de la pista de MTB fueron bastante duras, avanzando a menos de 10 km/h con partes en las que empujar la bicicleta, pero las vistas fueron mágicas y valieron la pena. Atravesaron amplias extensiones, arroyos y grandes ríos, por caminos estrechos e interminables caminos rectos de gravilla y charcos. No encontrarte a gente tiene sus altibajos y debes planificar tus suministros de alimentos con mucha anticipación. Pero cada vez que encuentras a alguien, son acogedores y encantadores y te abren las puertas de su hogar. En resumen, un viaje de descubierta, amistad, y bonitas imágenes de una zona virgen para explorar.