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Inside 3T Cycling

Muchos años han pasado ya desde que Mario Dedioniggi fundara en 1961 la marca de componentes 3T Cycling, antes conocida también como 3TTT – Tecnología del Tubo Torino. Para aquellos entonces, Mario, experto en manipular el acero, empezó a fabricar manillares de bicicleta de carretera. Con el tiempo, la empresa fue creciendo y se convirtió en una marca de referencia durante los 80 y 90.

Tiempo más tarde, la firma italiana empezó a quedarse en un segundo plano y se fué desvaneciendo poco a poco hasta que en 2007, el empresario René Wiertz, decidió adquirir la empresa e iniciar una nueva era en 3T. Empezaron a desarrollar nuevos productos y a trabajar con componentes de carbono para relanzar la compañía. En 2015, el reconocido ingeniero y emprendedor Gerard Vroomen (co-fundador de Cervélo y Open), se unía al proyecto liderado por René.

Tan solo un año después, 3T presentaba al mundo la Exploro, la primera bicicleta gravel fabricada por la marca. Con un diseño aerodinámico e innovador, irrumpía en el mercado como la primera full-aero gravel bike y sin saberlo, meses más tarde, pondría el mercado “patas arriba” y se convertiría en todo un éxito de ventas. En 2020, la principal línea de negocio de la compañía ya eran las bicicletas de alto rendimiento, dejando así la fabricación de componentes y ruedas en un segundo plano.

Visitando la casa de 3T Cycling

Tener la posibilidad de acceder al interior de una fábrica como la de 3T es toda una suerte y no siempre se presenta una ocasión como esta. En nuestro caso, viajamos a Bérgamo ilusionados y con ganas de conocer más acerca de la marca. Nos recibió Enrique, uno de los ingenieros del equipo de Composite Jazz (empresa de 3T Cycling) y uno de los responsables de la recuperación de la fabricación de cuadros y componentes en carbono. Junto a él, recorrimos las instalaciones de arriba abajo, centrando la visita especialmente en todo el proceso de fabricación.

Productos made in Italy

Uno de los objetivos que tenía la firma desde hace un tiempo era volver a fabricar en Italia. Después de muchos años externalizando este trabajo a países de Asia,como hacen la gran mayoría de marcas del mundo, ahora 3T recupera parte de la línea de fabricación y tiene la capacidad y el conocimiento de elaborar algunos de sus productos en casa.

No ha sido un camino nada fácil, y echando la mirada atrás, Enrique reconoce que el proceso ha sido muy duro. Han dedicado tiempo, dinero y fuerzas en aprender mucho acerca de cómo trabajar el carbono y conseguir ser capaces de fabricar productos de la más alta calidad.

Como estrategia para acelerar este proceso de aprendizaje, desde 3T decidieron adquirir en 2016 la reconocida marca THM Components y trabajar codo con codo con su fundador, Thomas Mertin, quien cuenta con más de 25 años de experiencia en el sector. Junto a él, aprendieron todo sobre el carbono y el proceso de fabricación, para más tarde diseñar y empezar a fabricar en Italia sus propias bielas de carbono, las 3T Torno. En 2020, THM fue vendida por 3T a Schmolke.

Para la fabricación de cuadros decidieron apostar por la utilización de filamentos de fibra de carbono seca, sin necesidad de usar resina (al menos hasta el momento del molde cuando sí se inyecta). Esta técnica, conocida como “filament winding” les permite crear formas con carbono sin limitaciones en cuanto a los ángulos en los que se aplican los filamentos de fibra. El poder elegir el tipo de fibra y los grados también les facilita poder conseguir una geometría más específica y un mayor rendimiento para sus bicicletas.

Siguiendo con la fabricación, el equipo de ingenieros trabajó mucho para optimizar todo el proceso y ser más eficaces. Empezaron por diseñar y construir sus propias máquinas bobinadoras, y se las ingeniaron para encontrar la fórmula de desarrollo adecuada. También realizaron cambios y mejoras en el flujo de trabajo para reducir tiempos y aumentar la capacidad de fabricación manteniendo el mismo equipo humano. Actualmente fabrican 720 unidades al año de la 3T Exploro RaceMax y la edición 60º aniversario, pero su objetivo para 2023 es estar fabricando unas 6.000.

Sin lugar a dudas y a pesar de que no se plantean abandonar por completo su fabricación en Asia, tener parte de ella en las propias instalaciones de 3T les permite un mayor control de sus productos, mejorarlos, testearlos in situ y ofrecer una calidad del más alto nivel.

“Exploro” y el inicio de una nueva etapa para 3T

Con la llegada de la Exploro, 3T Cycling consiguió darle un giro por completo a su modelo de negocio, pasando de ser una marca de componentes para bicicleta, a ser una marca que fabrica sus propias bicis, y no unas cualquiera.

Desde la presentación de su primera bici han seguido trabajando en la línea de la innovación y los diseños poco comunes. Fruto de esta estrategia nació Strada, una bicicleta de carretera con carácter aerodinámico, un solo plato (ahora ya opcional con x2), mayor paso de rueda para poder utilizar cubiertas más anchas y una gran curvatura en el tubo vertical. A pesar de que no tuvo el éxito que la marca esperaba, fue otro gran ejemplo de que 3T apostaba fuerte por crear bicicletas de alto rendimiento, gran diseño y diferentes a lo que se podía encontrar en el mercado.

La evolución de la primera Exploro, han sido la RaceMax y, más tarde, la Boost para llegar a esos usuarios que buscan una opción e-bike. En cuanto a la primera, han realizado algunos cambios a nivel de la tubería del cuadro que lleva a un nivel superior la línea aerodinámica de la Exploro original. Por otro lado, han ampliado un poco más el paso de rueda y ahora permite hasta 54-61mm en ruedas de 650b, o 35-42mm en 700c. Una bici realmente rápida y reactiva, diseñada especialmente para volar sobre las pistas de gravel.

RaceMax edición limitada 60º Aniversario

Coincidiendo el aniversario de la firma italiana con su gran proyecto de traer la producción de cuadros de fibra de carbono de alta gama de vuelta a Italia, el equipo de 3T ha creado una edición muy especial y limitada a 60 unidades de su RaceMax totalmente made in Italy.

Una bici súper ligera, con unos acabados de gran calidad y una pintura custom para la ocasión, además de ir vestida a juego con todo componentes procedentes de marcas italianas, destacando entre ellos el grupo Campagnolo Ekar.

Para acabar de redondear esta edición limitada, la bici es entregada a cada cliente en una caja bautizada como The Dreambox en la que se esconde la RaceMax, junto con ropa, zapatillas, casco y gafas a juego. Esta alucinante caja se abre de forma automática al accionar un mando a distancia, y nos dejará babeando gracias al hipnotizante movimiento de la compuerta lateral y el juego de luces led que iluminan el interior de la misma cada vez que vayamos a coger nuestra bici.

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