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Entre bastidores en “The Impossible Route: Death Valley”

La serie de documentales The Impossible Route comenzó cuando el ex campeón de EE.UU. de mountain bike Jeremiah Bishop invitó a su amigo The Vegan Cyclist a conquistar el Mauna Kea en Hawai, el segundo pico más alto de una isla en la faz de la tierra. Ese vídeo fue un éxito instantáneo, por lo que para 2021, su objetivo es emprender cuatro expediciones prácticamente inimaginables, con la intención de redefinir qué es posible en el mundo del gravel e inspirar a otros.

Como ciclista y creador de contenido, The Vegan Cyclist está constantemente pensando en nuevas formas de mantener vivo su pasión por la bicicleta mientras mantiene a su audiencia comprometida. En su último largometraje The Impossible Route: Death Valley, Tyler ha puesto en práctica su experiencia de edición para brindar a sus seguidores un vídeo inspirador sobre lo que él y Jeremiah Bishop lograron durante la última entrega del proyecto.

La necesidad de satisfacer a todos los interesados

Además de los requerimientos físicos de montar 58 horas en siete días por un terreno tan accidentado como la California Backcountry Discovery Route, los ciclistas contaban con otros factores estresantes. Con varios patrocinadores financiando el proyecto, incluyendo Canyon, IRC Tires, Whoop, Flow Formulas, ElielApidura, había una larga lista de activaciones de patrocinio por satisfacer. Eso significaba que los ciclistas no solo tenían grandes exigencias encima de la bicicleta para llegar al lugar deseado todos los días, sino que también tenían que asegurarse de publicar las fotos requeridas.

Incluso cuando hay mucho dinero de por medio, tanto los patrocinadores como los propios ciclistas quieren que la película parezca lo más orgánica posible, pero siempre existe un compromiso entre la libertad de ejecución y la cantidad de recursos que uno recibe para filmarla.

La mayoría de nosotros nos embarcamos en una aventura sin la intención de crear una producción a gran escala después, volviendo a casa con el único recuerdo de algunas fotos en nuestros teléfonos y, sin embargo, eso es suficiente para estar orgullosos de lo que logramos. The Vegan Cyclist también se entusiasma cuando supera circunstancias difíciles, pero además de eso, tiene que hacer saber a sus espectadores lo que él ha hecho, para bien o para mal. Los niveles de estrés fueron altos durante toda la semana, preocupándose por perder una toma importante y prestando atención constante a los niveles de batería.

 

Tyler está acostumbrado a publicar vídeos con su GoPro, y durante The Impossible Route también la llevaba y filmaba algunas tomas. No obstante, el riesgo de hacer spoiler del vídeo final lo hizo cambiar de opinión acerca de publicar muchas cosas durante la semana, ya que dar a la gente demasiadas pistas sobre lo que sucedió durante esa aventura afectaría negativamente el entusiasmo por la película recientemente lanzada.

El equipo al completo

Jeremiah Bishop y The Vegan Cyclist no estaban allí solos, ya que contaban con un equipo de grabación cargado de costoso material, y apoyo adicional para las demandas mecánicas y nutricionales. El estilo de carrera por etapas de este proyecto significaba que iban de un campamento a otro sin ayuda externa durante la ruta diaria. Ramy Khalaf fue el cámara principal y Jake Orness el fotógrafo, con Dale Travers a cargo de las tareas de las redes sociales y la conducción, Travis Longfellow como mecánico y conductor, y por último, pero no menos importante, Biju Thomas, chef y director de logística.

La planificación de The Impossible Route: Death Valley comenzó en agosto, con el patrocinador principal, Canyon, incorporándose justo a tiempo. Repasaron todos los mapas disponibles del área tratando de encontrar un plan A y también algunas alternativas posibles dadas las circunstancias que pueden enfrentar. Decidieron recorrer la California Backcountry Discovery Route con pequeñas modificaciones, ya que varias carreteras son ilegales para las bicicletas.

Paralelamente a la conceptualización de la aventura, tuvieron que buscar financiación, y aunque no era la primera vez que Tyler intentaba involucrar a varias empresas para un proyecto personal, era necesario un buen discurso. ¿Y cómo describieron una aventura como esta a los posibles patrocinadores? «La primera vez que presentamos Mauna Kea estuvo bien, pero tener el primer vídeo realmente ayudó a explicar la misión, ya que es algo nunca visto y un verdadero desafío» – dice Jeremiah. La película que publicaron hace un año se grabó con poco presupuesto, pero el prometedor resultado mostró el potencial de un proyecto como este con recursos adicionales.

Detrás de esta gran producción, hay un sinfín de horas de edición. Al pensar en integrar todo el contenido grabado por dos drones diferentes, dos cámaras de apoyo, dos GoPro y una cámara Blackmagic Ursa, uno podría perder la cabeza tratando de encajar todo.

“Con alrededor de dos terabytes de material y miles de imágenes, puede ser abrumador contar la historia. Incluso con el gran trabajo que hemos realizado, es difícil transmitir lo mágicas que eran la luces y montañas”- Jeremiah

“Sin ellos capturando cada momento, esta sería una de esas historias de guerra que te contaría tu abuelo sin poder comprobarlo” – Tyler

Particularidades de un proyecto de este estilo

Comenzaron su aventura el 1 de marzo del año pasado en Yuma, Arizona. La “rutina” diaria durante esa semana para Tyler, Jeremiah y el equipo involucró una gran cantidad de tareas logísticas. Usaron teléfonos satelitales Iridium y un Garmin inReach con el objetivo de agilizar la comunicación. Tener que mover la autocaravana donde se alojaban hacia el siguiente campamento, grabar mientras conducían el 4×4, o mover bicicletas y equipo en la camioneta también fue un gran dolor de cabeza. Si los ciclistas no eran capaces de llegar al punto de llegada previsto, todo el plan saldría mal, por lo que había muchas cosas a tener en cuenta.

Para el equipo de grabación, una gran parte del trabajo se realizó con adelanto, ya que determinaron de antemano cómo serían sus tomas. “Con la ayuda de varios programas de mapeo y las búsquedas de imágenes, creamos un listado con todos los puntos que podíamos usar para colocar a los ciclistas en el primer plano de impresionantes paisajes y puntos de referencia conocidos. Junto con eso vino el desafío de evaluar qué tipo de tomas funcionarían mejor para las escenas y, posteriormente, asegurarse de que las cámaras, los micrófonos y la iluminación adecuados estuvieran listos cuando se necesitaran”, dice Ramy. Esta forma de planificación les permitió estar preparados para las escasas oportunidades de realizar las tomas deseadas, estando en el lugar correcto en el momento adecuado.

“Todos encajamos realmente bien, e incluso cuando metíamos la pata éramos capaces de centrarnos de nuevo e ir en búsqueda de la siguiente toma” – Jake

“Fue precioso contemplar todo, desde caballos en la naturaleza hasta desiertos vastos y desolados donde incluso el más mínimo ruido se hacía notar. Los ciclistas fueron como héroes, y poder documentar su viaje fue realmente un privilegio” – Ramy

Con respecto a la nutrición, Jeremiah reconoció lo importante que era disponer de buena comida para Tyler, por lo que contactó con Biju Thomas, autor de The Feed Zone Cookbook, quien se unió con gusto al proyecto. Según él, Biju marcó una diferencia notable tanto en su recuperación como en sus elecciones de alimentos.

Una vez que empezaban a pedalear, debían llegar a su destino diario de forma autónoma, llevando toda la comida, el agua y las herramientas necesarias. Con las marcas de ciclismo que les ofrecieron productos que casi nunca habían probado antes, no fue fácil acostumbrarse a ellos. Cómo colocar las bolsas Apidura Expedition o dónde poner todas las luces Lezyne que Jeremiah compró en el último minuto fue algo en lo que tuvieron que invertir tiempo muy a su pesar. También instalaron algunos neumáticos nuevos la noche antes de la salida, pero afortunadamente solo tuvieron un pinchazo.

Tiempo de disfrutar del resultado

Con tantas tomas por hacer para satisfacer a las partes que habían invertido dinero en el proyecto, se puede decir que la aventura fue de todo menos placentera, teniendo que parar cada pocos kilómetros para capturar el momento. No obstante, echando un vistazo a las instantáneas de esos días, ¡parece que valió la pena!

Siete días después llegaron a la meta que habían planeado. Por el camino, el equipo de filmación produjo decenas de horas de contenido, suficiente para mantenerlos ocupados editando durante las siguientes semanas.

Próximamente, The Impossible Route llevará a The Vegan Cyclist y Jeremiah Bishop a Trans-Appalachian en una misión para atravesar carreteras perdidas de una manera totalmente autosuficiente. Las otras dos rutas épicas implicarán una ruta nonstop y estarán organizadas alrededor de la Cordillera Teton de Wyoming y el arco volcánico de las Cascadas.

Hasta entonces, relájate y disfruta de The Impossible Route: Death Valley, ahora que ya sabes qué hay detrás de un proyecto de estas dimensiones.

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