Hace unos días se celebró la Oakley Gran Fondo Barcelona, una de las prueba ciclo-turistas más populares de la Ciudad Condal, tanto por sus características (140km y 1.600+), como por su atractivo recorrido (con tráfico cerrado) combinando zonas de costa, de montaña, amplias zona de viñas y lugares con encanto como el Pantà de Foix, situado en la comarca del Penedès.
Otra de los puntos que diferencia esta carrera de muchas otras, es su enfoque no competitivo y que promueve la participación de corredores amateur, aficionados, y cualquier persona con una mínima preparación y ganas que quiera disfrutar de un gran día de ciclismo.
Carreras con dimensiones como la GF Barcelona suelen requerir un alto grado de exigencia a nivel organizativo para que todo salga a la perfección y, por lo que sabemos, en este caso se esforzaron para que todo fuese así. También es importante destacar la participación de marcas importantes como Oakley en el apoyo a eventos de esta categoría que apuestan por el deporte amateur y que, posiblemente, sin ellos no serían posible.
El día de la carrera pudimos ver como miles de participantes se dieron cita en un lugar mítico para el ciclismo como lo es Montjuic, preparados, motivados y listos para darlo todo a lo largo del recorrido.
Una mejora que nos gustaría proponer a los organizadores, no solo de la GF BCN, sino a todas las carreras como esta, sería la posibilidad de buscar una fórmula que ofreciera distintas modalidades de inscripción y que permitiera a mucha más gente participar en ellas.
Gran Fondo World Tour
A pesar de que se trata de una marcha no competitiva, la carrera cuenta con un tramo cronometrado puntuable para la Gran Fondo World Tour. Los vencedores (Josep Oriola y Laura Monegal), conseguían una inscripción para la próxima prueba de las Series, la Marcialonga Cycling Craft, y todos los gastos pagados.