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Places to ride: Vosgos franceses

Los Vosgos franceses probablemente sean desconocidos para quienes viven en el sur de Europa, pero esta cadena montañosa es el destino de referencia de los ciclistas de la zona del BeNeLux y más allá que buscan esas largas subidas que les faltan donde residen, sin necesidad de bajar hasta los Alpes o los Pirineos.

Situadas en el este de Francia, cerca de su frontera con Alemania, estas montañas son la región elegida para este artículo ‘Places to Ride’ porque queremos resaltar los aspectos que convierten a los Vosgos en tu posible próximo destino ciclista.

Presencia en el Tour de Francia

Las etapas decisivas del Tour de Francia suelen tener lugar en los Pirineos y los Alpes, pero en los últimos años los Vosgos han desempeñado un papel clave – o al menos ese era el plan de los organizadores – en el resultado de la carrera. En 2023, la penúltima etapa del Tour de Francia fue una ruta corta pero intensa con varias de las subidas más difíciles de la región, y el año pasado, la última etapa del Tour de Francia Femmes vio a las corredoras apretar los dientes en Le Markstein en su lucha por el maillot amarillo y la victoria final en la primera edición femenina de la carrera francesa en más de 30 años. En la zona también se celebran algunas de las marchas cicloturistas de más nivel. Les 3 Ballons, la Granfondo Vosges o L’Alsacienne no son la típica marcha para ciclistas recreativos, y los ciclistas de Francia y los países vecinos se toman estos eventos como uno de los objetivos de su año.

Nuestra propia experiencia

Hemos visitado los Vosgos un par de veces durante los últimos meses y nuestra experiencia ha sido muy positiva. El pasado mes de julio no quisimos perder la ocasión de ver en directo la etapa del Tour de Francia y, aunque para entonces la carrera ya estaba decidida, lo disfrutamos mucho. Coronamos el Petit Ballon y el Platzerwassel el mismo día que los profesionales, cuando la multitud ya poblaba ambos lados de la carretera y animaba a cualquier corredor que pasara por allí.

En esa ocasión nos alojamos en Colmar, en el centro de Alsacia. Desde allí puedes tomarte como calentamiento los primeros kilómetros saliendo de la ciudad antes de adentrarte en la montañas, pasando por los viñedos que pueblan la región. Sin embargo, si uno quiere empezar a subir desde el kilómetro 0, La Bresse está perfectamente situada en medio de los Vosgos y te permitirá afrontar varias ascensiones en una única ruta.

Map showing La Bresse

Vosgos vs Alpes & Pirineos

Uno de los principales argumentos para ir de vacaciones en bicicleta a los Vosgos en lugar de los Alpes es la posibilidad de planificar rutas circulares y no una ida y vuelta por el mismo camino. Por ejemplo, el Galibier, dada su longitud y su ubicación remota, no puede incluirse en una ruta circular asequible fácilmente. En cambio, en los Vosgos no existe una única carretera que conduzca a las cimas de las subidas y se pueden planificar varias rutas sin que apenas se superpongan. Por ejemplo, el Grand Ballon tiene siete caminos hacia la cima, que varían entre 10 y 25 kilómetros de longitud, todos ellos con una inclinación media moderada.

Nadie niega que no hay nada como alcanzar la cima de una ascensión de más de 2.000 metros después de un ascenso de +20km, pero rompe todos los esquemas de entrenamiento. Las subidas en los Vosgos no son tan altas, pero su longitud es óptima para los posibles esfuerzos prescritos. El Grand Ballon es la montaña más alta con sus 1.424 m de elevación, y el punto más alto que puedes alcanzar con una bicicleta de carretera es de 1.325 m. En resumen, la densidad de carreteras y la dureza moderada de las subidas hacen que los Vosgos franceses sean un destino muy válido para pasar unos días tanto para un ciclista recreativo como para uno centrado en la competición y que busque optimizar su rendimiento.

Recientemente estuvimos un fin de semana en la región con nuestros amigos de Peloton de Paris, y vale la pena destacar la ruta que hicimos el domingo. Te recomendamos encarecidamente que la copies si quieres aprovechar al máximo la región.

Partiendo de Le Régit, a unos pocos kilómetros de La Bresse, los primeros siete kilómetros son de subida para llegar a la Route des Crêtes , que seguiríamos durante los siguientes 25 km.

Los paisajes a lo largo de las rutas propuestas son muy variados. Hay zonas donde el denso bosque de pinos altos, similar al que se puede encontrar en la región de la Selva Negra en Alemania, impide que los rayos del sol sequen la carretera. Por el contrario, el plateau a lo largo de la Route des Crêtes está muy expuesto y permite ver los extensos pastos que nos rodean. No sólo las vistas sino también las superficies a lo largo del camino son muy cambiantes. Desde las amplias carreteras que conducen a la cima de las principales cumbres hasta los tramos de asfalto roto a los que uno hace frente cuando se intenta evitar las carreteras principales, los Vosgos no son para nada monótonos.

El sol brillaba y las sensaciones eran buenas, así que en poco tiempo tuvimos la cima del Grand Ballon a la vista. Como su nombre indica, en la parte superior hay una infraestructura en forma de globo, más concretamente un radar de tráfico aéreo. Sin embargo, el “balón” del nombre no hace referencia a esa estructura sino a la forma de la cumbre, que es más redondeada que los típicos picos rocosos. También nos recordó al monte Ventoux, dado el viento que hacía en la cima, lo que convirtió un agradable descenso en un ejercicio de concentración para asegurarnos de no ser tumbados por el viento.

Si tomamos como punto de referencia La Bresse, las subidas hacia el este del pueblo se consideran más duras. Sin embargo, éramos conscientes de que el Ballon d’Alsace debe de estar en la lista de cualquiera que viajara a los Vosgos, así que queríamos incluirlo también en la ruta.

El lado más habitual para subir esta subida es desde Giromagny, pero nosotros abordamos la subida viniendo desde el este, después de circular durante más de 10 kilómetros por un carril bici bien cuidado. Durante los primeros 5 km de subida estuvimos rodeados de árboles altos y la pendiente rondaba el 7-8%, pero la segunda mitad, una vez enlazamos con la carretera principal, fue más expuesta y con pendientes irregulares.

Con las piernas ya cansadas, quizá hubiéramos preferido regresar al alojamiento por el camino más rápido en lugar de por las carreteras secundarias que inicialmente habíamos previsto, pero esos últimos kilómetros fueron tranquilos y gratificantes.

Para la segunda ruta sugerida, replicamos la segunda mitad de la etapa 20 del Tour de Francia 2023, para luego descender de regreso al punto de partida. Los profesionales recorrieron 133 km con 3.400 metros de desnivel positivo; este recorrido se sitúa justo por debajo de los 3.000 metros de desnivel acumulado en 112 kilómetros.

En lugar de empezar subiendo el Col de la Schlucht, que es simplemente una carretera principal con una tendencia progresivamente ascendente, la ruta nos lleva a Hohneck por una carretera empinada que pasa por el lago de Blanchemer. Hohneck es una concatenación de curvas cerradas y la cima con 1.363 m es la segunda más alta de los Vosgos, justo después del Grand Ballon.

Los siguientes 23 kilómetros son en descenso, lo que te permite descansar de cara a las dos grandes subidas que te esperan. No subestimes al Petit Ballon por su nombre, ya que es más duro que su hermano mayor. La subida comienza en Munster y acumulas 770 metros de desnivel en menos de 10 kilómetros, lo que da como resultado una pendiente media que ronda el 8%, incluyendo un tramo al 15%. La mayor parte de la subida está oculta en la sombra, lo que atenúa las altas temperaturas del verano, pero en algunos puntos, a unos dos tercios de la subida, se llega a zonas expuestas con vistas panorámicas de estilo alpino.

Si por la televisión ya se podía ver lo peligroso que es el descenso del Petit Ballon, os podemos decir que pasamos momentos de miedo tratando de evitar baches y arcenes mal asfaltados. Es difícil recuperar energías en este descenso y, como el Platzerwasel tampoco es moco de pavo, uno nota el cansancio en las piernas nada más comenzar su ascensión. La cima está a un puñado de kilómetros de donde se encontraba la meta de la etapa del Tour, así que úsalo como motivación y haz frente a esos dos últimos kilómetros al 10%.

A partir de ahí, se trata de descender hasta el punto de partida, pasando por Le Lac du Kruth y concluyendo con el Col du Bramont, que cuenta con múltiples curvas cerradas, pero todo está flanqueado por árboles altos por lo que no se llega realmente a ver mucho más que la curva que nos precede.


Nosotros sólo llevábamos nuestras bicicletas de carretera, pero teniendo en cuenta que durante nuestras salidas veíamos muchos caminos sin asfaltar paralelos a la carretera, contactamos con algunos expertos en gravel en los Vosgos para saber más sobre lo que estas montañas tienen a nuestra disposición en cuanto a esa disciplina en particular, y hemos ideado una ruta representativa de la zona.

Esta vez la ruta discurre principalmente al norte de La Bresse y presenta varios puntos destacados a lo largo de la extensa red de carreteras sin asfaltar, suaves y no tan rocosas como en otras regiones de Francia. Con algunas paradas previstas en el lago de Longemer y en el lago de Gérardmer, se puede tomar un respiro junto al agua antes de adentrarse de nuevo en el bosque. La presencia de caminos asfaltados es limitada y se utilizan principalmente para unir los diversos senderos fluidos que se incluyen en esta ruta sugerida.

Recomendaciones adicionales

La mayoría de los ciclistas que pasan al menos un par de días en los Vosgos también querrán escalar la Planche de Belles Filles, dada la cantidad de veces que ha aparecido en los últimos años en el Tour de Francia. La subida debe su nombre a la leyenda de que durante la Guerra de los Treinta Años, las mujeres se suicidaron en lugar de rendirse a los mercenarios suecos saltando al lago. Tanto si se amplía la subida con el último tramo sin pavimentar como si no, la pendiente media de la Planche de Belles Filles es mucho mayor que la del resto de subidas de la zona. Se encuentra al oeste de La Bresse pero está a una  distancia razonable en bicicleta, por lo que te animamos a que lo afrontes también.