Vuelve a ser primavera en el Vallès, lo que significa flores salpicando los campos y brotes verdes en todos los árboles. Este es un espectáculo digno de contemplar, y la mejor manera para nosotros y para Ismael López es subirse a una bicicleta y recorrer los caminos más recónditos de la región. Esta es una de las ideas tras Vallès Classics, ya que el concepto principal sigue siendo desvelar la belleza del Vallès a todos los ciclistas de la zona de Barcelona apasionados por las clásicas de primavera.
El pasado sábado 11 de mayo tuvo lugar la cuarta edición de Vallès Classics. Inicialmente prevista para el 27 de abril, una previsión meteorológica amenazante forzó a Isma, el organizador del evento, a posponerlo dos semanas. Pese a este contratiempo de última hora, la decisión fue acertada y no afectó la gran afluencia de participantes que pudieron disfrutar de un día soleado que anunciaba ya los largos y calurosos días de verano.
Como era de esperar para los 120 participantes (con un 30% de participación femenina), el nuevo trazado completo que se dio a conocer justo la noche anterior al evento, iba a ser duro pero hermoso. Un total de 120 km con 1600 m de desnivel puede no parecer mucho para algunos, pero si se tienen en cuenta los 16 segmentos de sterrato de diferente longitud, dos sectores de pavé y múltiples subidas contundentes, la dureza de la ruta ciertamente aumenta.
A diferencia de la última edición, el punto de partida del circuito fue la tienda de bicicletas Ravet Bike y cafetería Papüa Factory en Granollers. A partir de las 8 de la mañana los corredores empezaron a presentarse para registrarse, tomar un café mientras esperaban a los amigos y así emprender la ruta con buen pie. Al ser un evento no competitivo no hay un horario de salida común, solo un límite de tiempo a las 9:15 am. El sol todavía estaba un poco bajo, pero los primeros rayos ya anunciaban un día caluroso.
A medida que la gente iba avanzando sobre el terreno se fueron formando pequeños grupos a lo largo del recorrido haciendo que cada uno disfrutara a su propio ritmo. Muchos de nosotros, que tenemos una bicicleta de gravel además de una de carretera, hemos olvidado la belleza de andar en sterratos (o gravel) con neumáticos estrechos. La sensación es completamente diferente, pero si el terreno es lo suficientemente suave y te gusta andar rápido tendrás la sensación de una bicicleta flotante que se sacude en todas direcciones. Los múltiples sterratos pusieron a prueba a todos, y a pesar de la dificultad todos los rostros lucieron una sonrisa al salir de los diferentes sectores.
El calor implacable animó a los ciclistas a detenerse en las paradas de café “oficiales” de la ruta. Un total de cinco paradas propuestas por los organizadores con una mezcla de panaderías y bares en el menú, permitieron a los participantes refrescarse y descubrir las tiendas locales. Al mismo tiempo permitía reagruparse, interactuar con otros y saludar a un amigo que hacía tiempo que no veías.
Después de completar todo el circuito, todos los participantes fueron recibidos en Ravet Bike de nuevo. Un DJ los esperaba dispuesto a hacer un verdadero homenaje a esta celebración del ciclismo. Además, había refrescos y comida para combatir el cansancio y así terminar el día con buen humor. Mientras tanto, entre los participantes se sortearon los premios de los patrocinadores. Además, una botella de agua personalizada con el logo de Last Leaders y dos camisetas del evento se pusieron a disposición para llevarte como recuerdo.
Para todos los que os gustaría poder hacer el recorrido, os dejamos la ruta aquí abajo. Además, sabed que podéis disfrutar del menú classicómano durante los próximos meses. Así pues si pasáis por la cafetería Papüa Factory, al comprarlo tendréis un café y croissant a la salida, y un tentempié salado con bebida que os esperarán al final de la ruta.