Como ya es tradición, a finales de noviembre en Barcelona la gente está más ilusionada con la subida al Tibidabo en bici de piñón fijo que con la llegada del invierno e ir a esquiar. Tras tomar el relevo el año pasado, los chicos de PRBLMS organizaron la séptima edición de la ya mítica cronoescalada individual Tibidabo Hill Climb. El objetivo era claro, empezando en los límites de la ciudad con la ladera de Collserola, los participantes tenían que llegar lo más rápido posible a la meta situada entre la torre de comunicaciones y el parque de atracciones del Tibidabo. Con más de un centenar de participantes el evento fue todo un éxito y, a pesar de las caras de sufrimiento tras llegar a la cima, todo fueron sonrisas una vez en la fiesta y entrega de premios.
La cronoescalada
Tal y como se ha establecido a lo largo de los años, el punto de partida fue a los pies del parque natural Collserola, en la plaza Borràs. Para evitar grandes aglomeraciones, por primera vez se pidió a los ciclistas que se presentaran en diferentes tandas. De esta forma, después del amanecer llegaron los primeros, los cuales eran dirigidos a un segundo rincón más escondido y tranquilo del Parc de Joan Reventós, para el control de firmas y recogida de dorsales. Allí, Coffee Union Place preparó un puesto de café de bienvenida para calentar a todos los contendientes que se presentaron en esa fría mañana.
A pesar de que la atracción principal de THC son las bicicletas de piñón fijo, el evento está abierto a todos los que estén ansiosos por desafiarse a sí mismos. La primera corredora partió a las 8h30, siendo también la primera mujer de la categoría Open. Tras la salida de las 14 mujeres llegó el turno de la categoría Open masculina, con un total de 57 participantes. En ese momento, el sol comenzó a calentar y, a pesar del frío y el viento, subir el puerto a toda velocidad dejó a muchos sin aliento al llegar a la cima. En las categorías Open pudimos ver todo tipo de bicicletas, desde carretera hasta cargo bikes. Para algunos, el espíritu de la carrera es dar lo mejor de sí, pero otros solo quieren disfrutar de una mañana festiva entre amigos.
Las mujeres de la categoría fija (un total de 5) empezaron una hora después, apretando los dientes y dándolo todo hasta el final. Fue una muestra pura de resiliencia y coraje. Después de eso, llegó el momento de la última y más esperada categoría, los 42 hombres en fijo. Minuto a minuto salieron de la plaza Borrás para llegar al Tibidabo. A pesar de subir cada uno a su ritmo, todos llegaron con una cara descompuesta que se transformó en risas y charleta una vez que recuperaron el aliento. Para dar la bienvenida a todos, la organización había organizado un avituallamiento al final con algunas frutas, frutos secos y, por qué no, cervezas. Una merecida recompensa tras el duro esfuerzo.
After-party y resultados
El reto había terminado, pero no el evento. Como parte de la tradición, la fiesta posterior y la entrega de premios tienen lugar en la tienda de bicicletas local My Beautiful Parking, donde se especializan en ciclismo urbano, gravel y piñón fijo. Las expectativas eran altas y se podía ver la tensión de algunos escondida entre risas, todos deseando saber su tiempo y si subirían o no al podio.
En resumen, en categoría Open femenina, la contrarreloj estuvo dominada por Hanna Ewens (16m32s), seguida de Adriana Payá y Marta Losanto. La categoría Open masculina la ganó Raül Castelló (12m06s) que escaló más rápido que el vigente campeón Johnny Arce y Carlos Roy.
En la categoría fija, Sanjhoy Beltrán (16m20s) dió todo un espectáculo subiendo más rápido que la primera mujer de la categoría abierta. Maialen Zabala y Maria Orrego completaron el podio femenino. En categoría masculina, tras un tercer puesto el año pasado, Javier Mateos (12:49) subió al primer escalón del podio, seguido de Javier Luciani y Kevin Muller.
Los premios se entregaron en una ruidosa y encantadora ovación de todos los participantes y asistentes a la fiesta. Uno apenas podía moverse dentro de la tienda de bicicletas y todo se volvió borroso y loco cuando se anunciaron todos los ganadores. Con el patrocinio de Cinelli, MBP, Chrome, Laser Barcelona, Quinientosdoce, Coffee Union Place y Santa Fixie, no solo los que subieron al podio obtuvieron un premio, sino también todos los que participaron en el sorteo.
¡Y eso es todo! Otra exitosa edición del THC, la cronoescalada más dura de Barcelona. Esta fue la séptima edición y estamos ansiosos por ver lo que los muchachos de PRBLMS tienen reservado para nosotros. Durante lo que llevan activos están haciendo un gran trabajo, manteniendo viva la escena ciclista underground con eventos de piñón fijo, cronoescaladas, tracklocross, alleycats de gravel… A ver qué será lo siguiente.