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Transcordilleras: uniendo las tres cordilleras colombianas

Poco a poco, el movimiento gravel se está transformando en un fenómeno mundial. Ya asentado en EEUU y gran parte de Europa, este está encontrando nuevos adeptos en países como Colombia. Mauricio Ordonez y Ricardo Muñoz, dos amigos apasionados del ciclismo, nos cuentan cómo han visto una oportunidad inigualable con posibilidades infinitas para introducir esta modalidad de ciclismo en Colombia. Con este propósito, entre el 21 y 28 de marzo han organizado la carrera de bikepacking Transcordilleras. Este será un reto de 8 etapas pensado para bicicletas gravel y bikepacking de autosuficiencia que atravesará las tres cordilleras del país; desde la oriental a la occidental, pasando por la central.

Movimento gravel en Colombia

Como para muchos, el gravel ha sido una transición progresiva del ciclismo de ruta a esas sendas pedregosas y caminos sin asfaltar inalcanzables para estas. Colombia es un país con mucha cultura ciclista, siendo la carretera la disciplina más practicada. Además de una geografía de lo más diversa, el país cuenta con un clima bastante constante a lo largo del año, con lo que no hay necesidad de tener una bicicleta para cada estación del año.

Sin embargo, es un país donde un neumático más ancho te ofrece la posibilidad de incrementar exponencialmente el número de rutas accesibles. Muchas de las carreteras no están pavimentadas, de modo que la falta de infraestructura se traduce en un lugar ideal para explorar con una gravel. Mauricio y Ricardo se dieron cuenta de este hecho y, en 2016, se adentraron en la disciplina. Para esos entonces nadie tenía aún una bicicleta gravel y poco a poco más amigos se fueron uniendo. A día de hoy Mauricio es distribuidor de Open, y la comunidad está ganando adeptos en todo el país, por ejemplo, Mauricio vive en Medellín y Ricardo en Bogotá.

Origen y motivación del evento

Por razones históricas los colombianos han tendido a vivir en las montañas, lo que se ha traducido en una red extensa que conecta pueblos y valles a través de pasos entre cordilleras. La región central de Colombia está definida por los Andes y dividida en tres cordilleras: oriental, central y occidental. Con la intención de adentrarse y conocer el país, se propusieron el reto de unir las tres en bicicleta en lo que sería una ruta de bikepacking gravel.

El gravel te permite alcanzar lugares y aldeas a los que no llegarías de otro modo, pasando por sendas restringidas para otro tipo de bicicleta. Además, ir a cuestas con todo el material necesario te permite disfrutar del momento sin presión, parándote a disfrutar de la comida local, haciendo ligeras modificaciones de la ruta e improvisando en función de las sensaciones.

La idea principal tras el evento es crear una comunidad más extensa y poder disfrutar del entorno de una manera más cercana después del confinamiento vivido. Así pues, el evento se ha abierto a todo el mundo, eso sí, con plazas limitadas, y lo que sería una ruta entre amigos se ha transformado en una carrera por etapas. Al ser el primer evento y contar con participantes de distintos niveles, desde el experto en ultraciclismo al ciclista aficionado, se ha planteado la carrera como una posibilidad para introducirse al bikepacking de autosuficiencia, crear cultura y hacer nuevas amistades.

Logística de la carrera

Partiendo de Yopal (cordillera oriental) y llegando a Tadó (cordillera occidental), la ruta consta de 1.150 km con un desnivel acumulado de 25.000 m dividido en 8 etapas (una media de 140 km y +3.000 m al dia). De modo que, aunque se plantee como un reto amistoso, este no será fácil de superar.

Los participantes deberán llevar todo el material en sus bolsas, como comida, ropa o herramientas, excepto material de acampada, ya que se prioriza el dormir en hostales y hoteles en cada población al finalizar la etapa. De este modo, los organizadores pretenden crear más comunidad y hacer la experiencia más segura. Con esta misma intención, y por la falta de infraestructura en algunas partes del trazado, habrá un coche escoba que recogerá a los participantes en caso de infortunios o situaciones peligrosas al caer la noche.

Sin embargo, el evento no deja de ser una carrera. El tiempo de cada etapa será cronometrado de modo que los participantes podrán ir tan rápido como quieran o rodar en grupo y disfrutar del entorno a su propio ritmo. En cualquier caso, el que vaya líder tendrá que hacer penitencia y cargar con un jaguar de peluche.

Recorrido a seguir

El trazado del evento no es fortuito, sino el resultado meditado del trabajo de Mauricio y Ricardo al explorar y aventurarse con sus bicicletas gravel en los distintos parajes de Colombia. Aún no han unido todas las etapas entre sí en un solo viaje, pero sí que han hecho pequeñas expediciones de varios días cubriendo cada uno de los tramos. Esta vez tocará unirlos todos.

La primera etapa empezará subiendo a la cordillera oriental, alcanzando ya los 3.500 m sobre el nivel del mar en el Páramo. Luego, atravesará el altiplano Cundiboyacense y pueblos fantasma como San Cayetano antes de empezar el descenso hacía el valle del río Magdalena. Después de descender hasta casi 200 m tocará de nuevo subir hasta el punto más alto, el páramo del Chilí a 3.800 m, un verdadero reto que será la etapa reina de la ruta. Finalmente, la ruta transcurrirá por el paisaje cafetero, llegando a la cordillera occidental y así uniendo las tres. La diferencia de desnivel permitirá disfrutar de un paisaje cambiante, desde la selva más profunda y húmeda al páramo en alta altitud, un verdadero panorama para deleitarse.

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