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Gran Guanche Audax Gravel 2023: Un periplo por islas diferente

La Gran Guanche Audax Gravel ha culminado otra exitosa temporada de pruebas de ultraciclismo sin asistencia en Canarias. Gran Guanche es un itinerario para ir de isla en isla con bicicleta en cualquier momento del año, pero también existe un evento anual organizado pero no competitivo para cada una de las variantes: trail, carretera y gravel.

Aprovechando las buenas temperaturas durante todo el año en el archipiélago, las pruebas Gran Guanche Audax tienen lugar entre los meses de diciembre y marzo, cuando hace falta valor para salir a montar en bici con el frío que hace en la mayor parte del hemisferio norte durante esos meses.

Condiciones variadas dentro de un mismo archipiélago

El 18 de marzo a las 22:00 horas, 100 ciclistas asumieron el reto de atravesar cinco islas a través de una ruta fija de forma autosuficiente. “No hay tiempo de corte, no hay premios, medallas, tarjetas brevet o diplomas de finalistas. El Audax se centra en la experiencia más que en los resultados finales”, manifiestan los organizadores en su web. El único desafío era seguir los tiempos marcados por el ritmo Audax más rápido.

El recorrido de la prueba es casi idéntico al del itinerario Gran Guanche para gravel, pero en este caso los corredores no partían de La Graciosa sino de Lanzarote. Con 110 km por delante y 9 h 30 min para tomar el ferry más temprano, los participantes pudieron tomarse las cosas con mucha calma en esta primera isla y aun así llegar a tiempo, o esforzarse un poco más y tener más tiempo para descansar mientras esperaban el ferry.

A la corta travesía de 35 minutos a Fuerteventura le siguió el inicio de la verdadera contrarreloj contra el ferry que esperaba al otro lado de la isla, ya que los ciclistas tenían que promediar 21 km/h en 160 km y 2.300 metros de desnivel acumulado para mantenerse al ritmo de Audax. Valió la pena apretar porque de esta forma uno podía descansar durante el viaje en ferry de dos horas hacia la tercera isla.

La mayoría de los corredores sobrepasaron las 24 horas de tiempo transcurrido mientras circulaban por Gran Canaria, y con una larguísima subida al Pico de las Nieves a casi 2.000 metros de desnivel, el cansancio acumulado comenzaba a jugar un papel importante.

En línea con el espíritu de Audax, los participantes pueden ir a rueda entre ellos, algo que muchos ciclistas aprovecharon. Además de los retos físicos de una prueba de este tipo, la soledad también es uno de los mayores obstáculos a superar, por lo que la posibilidad de rodar en grupo sitúa a Gran Guanche como una de las mejores pruebas para introducirse en el mundo del ultraciclismo.

En total, 10 ciclistas tomaron el ferry de las 06:00 a Tenerife, pero si Gran Canaria fue el primer test de dureza, esta siguiente isla realmente iba a marcar la diferencia. 174 km y 4.570 metros de desnivel no son moco de pavo, más aún después del tiempo que ya llevaban dándole a los pedales. La mayor parte era sobre asfalto o algún tipo de superficie pavimentada, por lo que al menos podían centrarse en las vistas en lugar de en lo que había a en el suelo a dos metros.

Conscientes de la magnitud del reto, varios de los corredores que seguían a tiempo con el ritmo de Audax decidieron incluso antes de la primera pedalada en Tenerife que no iban a intentar llegar al ferry de las 17:30 de la tarde del lunes.

Cuatro corredores llegaron a Los Cristianos, en el oeste de Tenerife, dentro del ritmo de Audax. Esta meta de tiempo se fijó en 38h de tiempo transcurrido, incluidos los transfers entre islas. El cronómetro dejó de correr una vez se llegaba a la meta de la penúltima isla, pero en El Hierro hubo un broche de oro de 117 km y 3.770 metros de desnivel positivo en el que los ciclistas pudieron deshacerse de sus bolsas y disfrutar de los variados paisajes de la isla con menos carga. Para ellos era obligatorio dormir antes de adentrarse a este bucle final por lo que, en cierta medida, pudieran recuperarse un poco antes de este último empujón.

No mucho después de que comenzaran a rodar de nuevo, Justinas Leveika atacó y creó una brecha que mantendría durante los kilómetros restantes para convertirse en el primer finalista. El ciclista de Noruega ya corrió un evento de ultraciclismo este año, terminando segundo en la Atlas Mountain Race. En los últimos años ha ganado la Three Peaks Bike Race y la Race Around Rwanda, y ya ha figurado entre los primeros clasificados en algunas de las más prestigiosas carreras de ultraciclismo, como Badlands, Transibérica, o la propia Gran Guanche pero en su versión de carretera.

Entre los otros tres corredores que marcaron el ritmo de Audax, el debutante en la disciplina Florian Chenaux terminó por delante de Nils Correvon, actual ganador de Seven Serpents y tercero en Badlands 2022, y Pierfrancesco Santin, ganador de Two Volcano Sprint 2022.

La frustrante espera para el siguiente ferry

El ritmo de Audax estaba marcado de forma que los tiempos de espera en las diferentes terminales de ferry fueran limitados, lo que hacía que llegar más tarde al lado opuesto de una de las islas podía suponer cuatro, diez e incluso más horas de espera para el siguiente barco

Un gran grupo de ciclistas se quedó atrapado en Tenerife hasta que partió el ferry de las 17:30 del siguiente día a El Hierro, y tuvieron que recorrer el circuito final durante la noche. Entre ellos estaba Cynthia Frazer, que había cimentado su liderato en la categoría femenina durante su periplo de isla en isla, pero se le escapó el ferry que marcaba el ritmo de Audax por muy poco. “Tuve exactamente 9 horas y 45 minutos de ferry a ferry. Sabía que sería la isla más difícil debido al tiempo. Nunca había ido tan rápido durante tantos kilómetros con tanta elevación […] Di lo mejor de mí, pero a unos 60 km de la meta me di cuenta de que iba a perder el ferry por solo unos minutos. Estaba sin agua y en el desierto”, dijo en Instagram.

Su ventaja quedó en nada ya que Virginia Cancellieri y Cristiana Tamburini estaban en el mismo barco camino a la batalla final. No obstante, la estadounidense, que en los últimos meses ganó el Across Andes 2022 y Transcordilleras 2023, volvió a demostrar ser la más fuerte y terminó como primera mujer y novena en la general. Virginia Cancelleri llegó 28 más tarde que Cynthia pero dos horas antes que Cristiana, por lo que terminó en un merecido segundo lugar.

Sin presión y anteponiendo el ocio a todo lo demás, los ciclistas siguieron su camino hasta El Hierro para disfrutar de un bonito bucle por la quinta isla de la ruta. Cervezas, papas arrugás y mojo picón se vieron a raudales en la meta, donde los ciclistas tomaron un respiro antes de regresar a Tenerife, lugar en el que la mayoría tomó su vuelo de regreso a casa.